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La pizza, un plato histórico y muy “real”

¿Quién no ha viajado a Italia y ha probado la tradicional pizza?

Pocas comidas presentan tan pocas complicaciones como la pizza, un plato artesanal de origen italiano que, sin embargo, ha sido exportado hasta el rincón más recóndito de nuestro planeta. Los ingredientes son sencillos y el modo de elaboración, simple: al fin y al cabo se trata de una masa de pan ‘bañada’ con los alimentos deseados, desde el clásico jamón hasta el más exótico ingrediente como la piña o el aguacate.

Sin embargo, la pizza es algo más que un simple pan horneado; su historia se remonta hasta incluso la época griega, aunque no sería hasta siglos más tarde cuando se acabaría de definir la pizza tal y como hoy la conocemos, en Italia, más concretamente en la ciudad de Nápoles.

pizza1 460x345 La pizza, un plato histórico y muy real

Y es que debemos remontarnos hasta la antigua civilización griega para buscar los más remotos antecedentes de la pizza.  Los griegos ya preparaban un pan plano cubierto de aceite, queso y hierbas aromáticas. Por su parte, los romanos, paralelamente, cocinaban un plato conocido como ‘placenta’, un pan plano también untado con queso, hojas de laurel y miel.

Fue en el siglo XVII, en cambio, cuando en Nápoles aparecieron las primeras referencias documentadas de una pizza, entendida entonces como una clase de tarta con tomate. Por esa época, y cuando la pizza ya era uno de los platos más apreciados en territorio italiano, cuenta una leyenda que el rey Fernando I era capaz de disfrazarse de plebeyo para salir de la corte e ir hasta uno de los barrios más pobres de Nápoles para comer pizza. Cuando se descubrió el gusto de Fernando I por la pizza, ésta se hizo popular en toda Italia, hasta que a finales de siglo ya se le añadiría el queso como ingrediente indispensable.

Sería también  a finales de siglo cuando se oiría hablar, por primera vez, de la pizza margarita. De nuevo, otro suceso relacionado con la realeza tuvo un enorme  impacto hasta el punto que se empezaría a llamar por su nombre la más clásica de las pizzas. En efecto, fue el hecho de que la reina Margarita de Saboya visitara Nápoles y se le sirviera una pizza con los colores de la bandera italiana –rojo (tomate), blanco (mozzarella) y verde (albahaca)- lo que llevó a apodar esa clase de pizzas con el nombre de la reina, Pizza Margherita.

Por ello, Nápoles se considera la cuna de la pizza e incluso la denominación ‘pizza napoletana verace artigianale’ (pizza napolitana auténtica artesanal) está reconocida como producto tradicional de Italia. Viajar a Nápoles y no probar su pizza es, por tanto, algo así como viajar a Andalucía y no probar sus tapas. Por el casco antiguo de la ciudad una forma de comerla es en versión miniatura y doblada en cuatro sobre una especie de hoja de papel. Se le llama pizza ‘a libretto’  y está considerada como una de las mejores formas de comer pizza mientras se pasea por el centro histórico de Nápoles.

Fotografía de Wikipedia

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