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¡No permitas que la lluvia arruine tu viaje!

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La plaza de Europa bajo la lluvia, de Gustave Caillebotte

Llueve y llueve sin cesar. Cuando parecía que el frente que había traído consigo litros y litros de agua por metro cuadrado había desaparecido, otro ha empezado a entrar por el oeste de la península. La primavera se acerca y con ella el dicho de que ‘en abril, aguas mil’. Sin embargo, y aunque por todos es sabido los beneficios de la lluvia, tambié…n es cierto que viajar unos días a algún lugar y encontrarse con un temporal de agua y viento es, cuanto menos, muy incómodo. No obstante, y a menos que se sea millonario, una vez pagado el viaje habrá que intentar disfrutarlo como sea, pues no todos los días podemos permitirnos salir de vacaciones, y menos, pagárnoslo. Algunos consejos para intentar hacer nuestro viaje menos incómodo a pesar de la lluvia son los siguientes.

 En primer lugar, y aunque pueda parecer muy obvio, hay que intentar seleccionar nuestro destino de manera inteligente. Si sabemos que en una determinada población ese mes acostumbra a llover con un 90% de probabilidad, lo normal sería no escoger esa localidad y decantarse por otra con menos riesgo de lluvia. Y es que, aunque siempre hay que ir preparado y equipado para todo tipo de situaciones meteorológicas, si no queremos de entrada pasarnos medias vacaciones bajo el paraguas será lógico declinar la opción de viajar a un lugar muy lluvioso en la época seleccionada.

Por otra parte, es imprescindible llevar no sólo un paraguas sino también un chubasquero. De hecho, el primero será más bien un impedimento en tu viaje que te hará ir constantemente con algo en la mano y cargado. Y es que, además, dependiendo de la lluvia y, sobre todo, del viento, llevar un paraguas no será sinónimo de no mojarse. Con un chubasquero, además de que irás libre de manos y, por tanto, como si caminaras de forma normal y sin lluvia, te mojarás finalmente menos que con el resguardo del paraguas. Unas botas de agua también serán necesarias en tu maleta: caminar durante mucho tiempo por calles mojadas y con charcos hará que tus pies absorban mucha agua, cosa totalmente desagradable ya que incrementará la sensación de frío y humedad.

Además, sobra decir que, aunque el chubasquero es una buena solución, en caso de que la lluvia sea muy persistente será obligado esperar a que amaine un poco. Y es que sobre todo si el destino seleccionado es un lugar de montaña, hay mayores riesgos de tener otros problemas más graves y que claro está, no merecen la pena sufrirlos. Informarte del clima de esa región también será importante: no es lo mismo una tormenta típica de una determinada zona que sabemos que durará poco o, por el contrario, tener la certeza que en esa zona es frecuente una lluvia de larga duración.

Finalmente, en caso de no haber previsto el tiempo meteorológico habrá que tener en cuenta un plan B para no quedarte todo el día encerrado en el hotel o albergue. Una opción es aprovechar las prestaciones que en éstos se ofrezcan: el servicio de SPA, por ejemplo, será una buena alternativa con la que también podrás relajarte y disfrutar con la compañía de tu pareja o familia. Si hay algún centro comercial próximo podrás aprovecharlo paseando por él y haciendo algunas compras. Por último, si estás en una ciudad y lo único que te interesa es hacer turismo, deberás dejar los paseos por las zonas descubiertas (parques, playas, etc.) para otro momento e intentar visitar aquello donde la lluvia no afecte (museos, catedrales,…). Sólo así podrás disfrutar al cien por cien de tu viaje sin que la lluvia sea un impedimento para tu diversión.

Imagen de Wikipedia

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