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El museo del pene y su reciente estrenado ejemplar

¿Visitarías un museo con más de 200 penes?

Como siempre decimos, museos hay para todos los gustos y de todo tipo de temáticas. Normalmente, en esto de innovar, son los asiáticos los que más arriesgan, pues la mayoría de museos “diferentes” suelen ubicarse en países del este. Sin embargo, hoy nos desplazamos hasta Islandia, más concretamente a Húsavík, localidad del norte de Islandia.

Y es que esta pequeña villa situada a las orillas de la bahía de Skjálfandi  alberga uno de los museos más –por decirlo de alguna manera- excitantes de todo el mundo. Y es que se trata de la Faloteca Nacional de Islandia, aunque turísticamente suele conocerse como museo del pene, pues en él se encuentran más de doscientos diez penes y partes de pene de casi todos los mamíferos marinos y terrestres de Islandia.

foto El museo del pene y su reciente estrenado ejemplar

¿Quién tendría la idea de crear un museo como éste? Quien piense que lo hizo alguien con aficiones un poco dudosas se equivoca. Y es que fue un profesor de historia el que empezó a interesarse hace más de 30 años por el estudio de estos órganos masculinos.

Fue en 1974 cuando Sigurdur Hjartarson, el profesor en cuestión, adquirió un pene de toro. Casi al mismo tiempo, diversos compañeros, también profesores, empezaron a regalar penes de ballenas aprovechando que durante el verano trabajaban en una estación ballenera. Así, y casi de forma anecdótica, el historiador empezó a coleccionar penes de diferentes animales.

Cuando en 1997 el museo abrió sus puertas, los ejemplares ascendían ya a 62. De esta manera, el creador del museo se propuso disponer de penes de cada una de las especies animales autóctonas, aunque también eran bienvenidas los de otras especies de otras zonas. Así, ballenas, morsas, focas e incluso un oso polar están representados en este museo del pene. No obstante, otro ejemplar, perteneciente a una de las pocas especies que faltaban, se incorporó en el mes de abril para completar una colección única…

Hace un tiempo, un vecino de la localidad prometió regalar, una vez muriera, su órgano al museo del pene. El hombre, que falleció a principios de este año, se vio desprendido, por tanto, de su pene, completando así la valiosa exposición de este curioso museo de Islandia. En verano de 2009, el número de visitantes ascendió a los 11.000 por lo que posiblemente, y con la incorporación del reciente pene humano, las visitas vuelvan a incrementarse respecto a los meses anteriores.

Fotografía de la página oficial del museo

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