Stories
Mada’in Saleh, una segunda Petra
Una ciudad excavada en la roca del desierto
La ciudad de Petra, excavada en las rocas del desierto, es famosísima en todo el mundo; pero no tanta gente sabe que no es la única en su clase: en el desierto de Arabia Saudí, una segunda Petra aguarda al viajero curioso: Mada’in Saleh, también llamada Al-Hijr, “el lugar de la roca”.
Mada’in Saleh es, como Petra, una ciudad nabatea: este pueblo vivía en el desierto y excavaba sus hogares en la roca. Se trata de la segunda ciudad nabatea en tamaño, después de Petra; sin embargo, según las leyendas locales la ciudad fue construida por la tribu de los thamud, una tribu que vivió aquí en el tercer milenio aC. Al margen de la leyenda, los principales vestigios en la ciudad pertenecen a los nabateos y, antes de su llegada, a la tribu de los lihyan, de quienes poco se sabe.
La ciudad prosperó desde el siglo I aC, con su integración en el reino de los nabateos. Al ser la ciudad más al sur del reino, tenía un importante papel en el control de las rutas comerciales, de las que vivían los nabateos. Durante este periodo se produjo una extensa urbanización de estas rocas, construyendo una verdadera ciudad que nada tiene que envidiar a Petra: casas, tumbas, lugares de culto, elementos defensivos como murallas y torres, e infraestructuras como pozos y graneros, que permitían la vida en el entorno hostil del desierto.
Mada’in Saleh es una de las ciudades del desierto más interesantes, incluso al mismo nivel que Petra ya que, mientras esta última tiene bastantes espacios abiertos, Mada’in Saleh está construida casi enteramente en las entrañas de la roca. Entrar en esta vasta ciudad subterránea es toda una experiencia, así como lo es la visión de las grandes necrópolis (más de 130 tumbas monumentales se alinean en los acantilados).
La ciudad se encuentra a unas 8 horas en coche desde Jeddah, el aeropuerto más próximo (por seguridad, es mejor contratar un guía). Ello significa que posiblemente debas dormir en alguna pequeña ciudad cercana o levantarte muy, muy temprano, pero sin duda merece la pena visitar esta ciudad única.
