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La Piazza dei Miracoli, el corazón de Pisa

No puedes irte de Pisa sin verla

En Pisa hay poco que ver, pero la ventaja es que lo mejor de la ciudad se encuentra junto: en la Piazza dei Miracoli, el enorme campo donde se encuentran la famosa torre inclinada (que en realidad es un campanario), la catedral, el baptisterio y el enorme camposanto.

Campo dei Miracoli 460x267 La Piazza dei Miracoli, el corazón de Pisa

El nombre (Plaza de los Milagros) se debe a un verso de Gabriele d’Annunzio, que la nombró así en su novela Forse che si forse che no (Seguramente sí, seguramente no) y es relativamente nuevo, de 1910; el nombre que tenía hasta entonces (y que sigue siendo el oficial) es Piazza del Duomo (Plaza de la Catedral).

¿Qué decir de la torre de Pisa, una de las más famosas del mundo? Con casi 8 siglos y medio de existencia, es casi un milagro que se haya mantenido en pie todo este tiempo, ya que empezó a inclinarse desde el mismo momento de su construcción en 1173: la combinación de un terreno poco sólido y unos cimientos demasiado débiles es el que produjo este efecto que, sin embargo, le ha dado fama universal. Después de obras de restauración para reducir su inclinación, ahora sólo pueden subir un número limitado de personas.

La torre fue construida como campanario de la inmensa Catedral, una de las más grandes de Italia y con un estilo que se extendió por el área de influencia de Pisa: catedrales e iglesias similares se pueden ver en otras ciudades de la Toscana como Lucca y Pistoia, cuya característica más distintiva es la fachada con multitud de arcos ciegos. También el Baptisterio sentó un ejemplo, y quienes visiten otros como el de Pistoia apreciarán semejanzas en el estilo. Finalmente, el gran camposanto monumental constituye la parte más olvidada (injustamente) de la Piazza dei Miracoli.

El problema es que todos los monumentos de la plaza son de pago, por lo que sale a cuenta hacerse un billete combinado si quieres ver más de uno. Ten en cuenta, sin embargo, que la torre se paga aparte y que subir a ella cuesta la friolera de 15 euros. Los milagros no salen gratis.

Fotografía de Bob Tubbs en la Wikipedia.

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