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Las gachas cordobesas: tradición culinaria

¿Has probado las auténticas gachas cordobesas?

Aunque era y es costumbre comerlas en Andalucía para el día de Todos los Santos, casi nadie puede resistirse a unas riquísimas gachas cordobesas sea la época del año que sea. Cierto es que los encargados de elaborar este tradicional plato han sido desde siempre los más mayores, que se aferran a seguir degustando la cuidada comida elaborada con pasión y mucho amor, rechazando todos esos platos tan modernos que hoy en día proliferan. Comida preparada, ‘fast food’, y en definitiva, unos productos tratados con prisa que no pueden traducirse en una exquisita comida.

Posiblemente las gachas no seguirían siendo un plato vigente hoy en día si no fuera por la figura importantísima de esa abuela que, con esmero y mucho tiempo, sigue preparando los manjares que en tiempos difíciles comía en su infancia o juventud, un plato que, pasados los años y las adversidades, sigue sabiendo como siempre.

Gachas 460x345 Las gachas cordobesas: tradición culinaria

Y es que son muchas las variedades de gachas que todavía hoy siguen cocinándose en muchas partes de España y otros rincones del mundo. Sin embargo, las que aseguran son más ricas son las gachas cordobesas, una comida que tendría sus orígenes hace no sólo años ni décadas, sino más bien siglos.

Las gachas cordobesas son típicas sobre todo en la provincia cordobesa y llegaron a la cocina española a través de la gastronomía de Al-Ándalus, periodo de la historia que tuvo lugar en la Edad Media, cuando la península ibérica estaba bajo el poder musulmán. Ya el autor Ibn Razin al-Tuyibi incluyó una mención sobre las gachas en su libro de recetas, un hecho que evidencia la larga tradición de esta comida en nuestro país.

La receta original

Las auténticas gachas cordobesas son cocinadas con ingredientes muy pero que muy simples. En primer lugar es necesario poner un poco de aceite en la sartén acompañado de una cáscara de limón que deberá freírse. Habrá que retirarla una vez frita para añadir matalahúva, probablemente el ingrediente menos común.

Colaremos el aceite utilizado cuando la matalahúva esté frita y lo añadiremos a una mezcla de agua, canela, azúcar y sal. Otra parte del azúcar la tendremos que mezclar con harina y diluirla con 300 mililitros de agua templada. Finalmente habrá que dejar hervir el agua, agregar la mezcla y remover hasta que vuelva a hervir. Por último sólo quedará colocar la gacha en los platos, adornarla con trozos de pan frito y decorar con canela en polvo. ¡Sólo habrá que esperar a que se enfríen para comer unas típicas gachas cordobesas!

Fotografía de Wikipedia

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