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La Fuente de la Doncella, una mujer catalana en Buenos Aires
¿Por qué fue retirada la fuente durante más de 30 años?
En el barrio argentino de Caballito, en la ciudad de Buenos Aires podemos encontrar una escultura con unos orígenes muy lejanos en cuanto a distancia se refiere. Y es que a pesar de estar situada en un parque típicamente porteño, la figura es de denominación de origen catalana, pues la esculpió el barcelonés Josep Llimona i Bruguera como ofrenda a la capital argentina.
La estatua es conocida como la Fuente de la Doncella, aunque también se la denomina Fuente Catalana por su procedencia. Y aunque las referencias a su ‘país natal’ se encuentran hasta en su nombre, esta estatua es tan querida por los porteños que incluso hace un tiempo reivindicaron su emplazamiento en el lugar originario, el parque de Rivadavia, situado entre la avenida Rivadavia y las calles Beauchef, Rosario, Chaco y Doblas.
Esculpida en mármol blanco, la Fuente de la Doncella representa, en tamaño real, a una mujer desnuda extrayendo agua de un pilón. Y aunque no parece una obra muy antigua, la escultura ya tiene su propia historia: Fue en 1925 cuando el ya entonces prestigioso artista Josep Llimona –habiendo recibido en años anteriores el premio de honor en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona- visitó Argentina con motivo de una fiesta ofrecida por la colectividad catalana de Buenos Aires. En esta visita se le pidió a Llimona que pudiera esculpir una obra para donarla al país, idea que desde un inició entusiasmó al artista. No sería hasta 1931, seis años después de que Llimona visitara Argentina, que la figura, convertida en una fuente, sería inaugurada.
Polémica de la Fuente de la Doncella
Antes de que fuera emplazada en el Parque Rivadavia, la Fuente de la Doncella fue expuesta en Barcelona. Y mientras que en la capital catalana no hubo ningún problema con la mujer que representaba la fuente, en Buenos Aires la polémica no tardó en llegar. El cuerpo desnudo en un espacio público no se entendió en la ciudad porteña, siendo tildado rápidamente de obsceno por muchas instituciones barriales –siendo los párrocos los más duros con ella-. Así, en 1971 y durante la dictadura del general Lanusse, la Fuente de la Doncella fue retirada para emplazarla –gracias a las reivindicaciones de la colectividad catalana- en un lugar mucho más escondido.
El parque Rivadavia fue remodelado en 2003 y este hecho sirvió como excusa para que muchos vecinos reclamaran la recuperación de la Fuente de la Doncella para el barrio. Así, la escultura permaneció en el lugar donde se había intentado ‘esconder’ hasta finales del 2009, cuando fue devuelta al parque y en el emplazamiento original. Desde entonces, se ha convertido en una de las esculturas más queridas de Buenos Aires.
