Stories

La Casa de las Conchas de Francisco, en Montoro

Erase una vez un hombre fascinante que puso en práctica una labor fascinante, obteniendo un resultado -¿lo adivinas?- …fascinante.

Su nombre era Francisco del Río Cuenca y, tal y como él se definía, era un “hombre de campo sin saber leer ni escribir”. Vivía en la localidad cordobesa de Montoro, en la calle Criado, una de las más típicas del pueblo, cercana al Guadalquivir y con vistas a la sierra cordobesa.

Un día, a nuestro protagonista se le presentó la oportunidad de decorar su casa con un elemento algo particular. Y es que, por casualidad, un día volcó en Montoro un camión cargado de conchas y moluscos, una carga que Francisco no quiso desaprovechar. Así, tuvo la idea de emplear esos materiales para engalanar su vivienda, de pequeñas dimensiones aunque con tres patios exteriores que también acabarían siendo decorados.

Anecdótico pero duradero: desde que Francisco puso la primera concha en su vivienda, la casa empezó a ser conocida como “La Casa de las Conchas”; así, año tras año ésta empezó a estar más y más decorada. La fachada, los patios, e incluso el interior del hogar fue cubierto de moluscos y conchas, una tarea a la que el propietario de la casa dedicó más 50 de años.

Cuesta hacer una enumeración exacta de la cantidad de conchas utilizadas pero según Francisco podrían ser más de 100 millones. Un número de moluscos que, debido a la fama adquirida, tenían procedencias varias, pues eran muchos los turistas de todas las zonas de España que comenzaron a enviar conchas para ayudar en su tarea al propietario de la Casa de las Conchas.

Más de medio siglo de dedicación y esfuerzo que acabaron hace algo más de un año con la muerte de Francisco, un incansable trabajador “de campo” que creó un maravilloso hogar “de mar”. Una verdadera obra de arte que hoy en día se puede visitar por un euro, un precio simbólico por contemplar algo más que una casa decorada. La Casa de las Conchas fue un hogar humilde pero especial no sólo por su aspecto sino también por las personas que lo habitaron. Hoy en día es el nieto del propietario el que se encarga de enseñar la casa y explicar la historia de Francisco, un incansable trabajador que plasmó todo su arte en una vivienda que sigue conservando la esencia del espíritu de Francisco.

 

Si quieres puedes seguir a ReservasdeCoches.com Google+ o a Frenchy, uno de los administradores de este blog de viajes y destinos.

Deja tu comentario