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La Torre de la Higuera, el ‘Tapón de Matalascañas’

¿Y tú, te has bañado junto a lo que queda de esta torre almenara? 

Cuando hablamos de altas torres nos imaginamos grandes castillos y amplias planicies o incluso montañas, pero pocas veces nos planteamos que puedan estar situadas en medio del mar. Las torres almenaras, en cambio, fueron construidas durante el reinado de Felipe II en plena costa, más bien dentro del mar, en el litoral atlántico español. Hoy podemos observar una de las que han sobrevivido al paso y al desgaste del tiempo, quizás una de las más características, situada también, en una de las playas más turísticas de la provincia de Huelva.

Y es que hoy viajamos a la playa onubense de Matalascañas para adentrarnos en esta torre almenara que, aunque poco se conserva de ella, representa todo un símbolo de este trocito de costa que tantos visitantes concentra en época estival.

Su nombre es Torre de la Higuera y, de hecho, sólo se conservan sus cimientos, motivo por el que su aspecto nada hace presagiar que anteriormente fue una atalaya y no otra construcción la estructura que hoy sobresale del mar. Quizás por este aspecto bizarro sea popularmente conocido como el “Tapón de Matalascañas”, no siendo, sin embargo, la única torre almenara que podemos encontrar en esta costa.

torrehiguera 460x345 La Torre de la Higuera, el Tapón de Matalascañas

La pregunta que se nos viene a la cabeza es… ¿Qué hace eso ahí? Conociendo ya que el “Tapón de Matalascañas” es parte de una antigua torre construida en el mar, hay que saber que ésta y todas las demás fueron levantadas en el siglo XVI en respuesta a los continuos saqueos y ataques que los piratas berberiscos efectuaban en estas playas, lugar de paso obligado en las rutas comerciales entre Europa y América. Serían llamadas torres almenaras y constituirían la defensa más importante del litoral onubense.

La Torre de la Higuera es, por tanto, una de estas once torres construidas en las costas de Huelva y porque se encuentra en la actual playa de Matalascañas es la más conocida o popular. También la forma de lo que queda de la torre contribuye a su fama, un “tapón” que debe su apariencia en gran medida al terremoto que asoló Lisboa en 1755 y derrumbó la torre.

Los cimientos, por su parte, quedaron notablemente torcidos, yéndose erosionando a lo largo del tiempo con el impacto del mar. Así, la Torre de la Higuera sigue bañándose junto con los veraneantes de esta zona en la playa de Matalascañas, un elemento que, lejos de molestar, invita a los curiosos a acercarse hasta esta costa.

 

Fotografía de Wikipedia

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