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Poveglia, la isla más siniestra de Venecia
Una isla cubierta de cenizas humanas
El nombre de Venecia generalmente transmite sensaciones bellas, pero hasta los lugares más hermosos tienen su faceta oscura. Y en el caso de Venecia, en cuya laguna se encuentran muchas islas, hay una que sin duda es la más siniestra: Poveglia. Esta se encuentra al sur de Venecia, junto a la isla del Lido, y su nombre no es conocido entre los visitantes, pues no es el tipo de lugar que transmita buenas vibraciones… ya que la isla está cubierta de cenizas humanas.
La historia de Poveglia es una historia de gloria y caída a los infiernos. Un tiempo fue una de las islas más prósperas de la Laguna Véneta: su población, dedicada a la pesca y a salar el pescado, se enriqueció y esto, junto con la activa participación en la defensa dela Serenísima República frente al reino de los francos en el siglo IX, les valió una serie de privilegios como la exención de las tasas y del servicio militar.
Pero en el momento de su máximo esplendor, la historia de Poveglia cambió drásticamente de rumbo durante los terribles años de la peste negra, a mediados del siglo XIV. En las calles de Venecia se amontonaban los cadáveres y, en un intento de frenar la epidemia, se ordenó que los muertos y los enfermos terminales de peste fueran trasladados a Poveglia, que por estar alejada de la ciudad era considerada sacrificable. Y allí fueron quemados más de 150.000 cuerpos… algunos de los cuales aún estaban vivos. Las cenizas cubrieron toda la isla hasta el punto que su superficie y altura crecieron.
Desde entonces, la isla adquirió la fama siniestra que hoy la caracteriza: se decía que los espíritus de quienes fueron quemados seguían vagando por la isla, junto con aquellos que murieron durante el intento de invasión de los francos; y que quienes se acercaban a la isla veían esas almas en pena y oían sus lamentos. Para añadir más miedo a la historia, a principios del siglo XX se estableció en la isla un hospital psiquiátrico cuyos enfermos aseguraban ver estos fantasmas. De acuerdo, la palabra de un enfermo mental no tiene mucha credibilidad, pero también el director del hospital aseguró haber visto espíritus… antes de suicidarse tirándose desde la torre del edificio.
En definitiva, un lugar encantador para pasar una agradable velada bajo las estrellas. Y si os da miedo estar solos, pensad que en la isla aún viven tres hortelanos… que cultivan sus verduras en el suelo abonado con las cenizas de los muertos. Encantador, como decía.
Fotografía de Chris 73 en la Wikipedia.
