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¿Playa o montaña?

A veces tenemos ganas de dejar a un lado todo lo que nos rodea y queremos tomarnos unos días de descanso alejados del lugar de residencia. A la hora de decidir cuál pretendemos que sea nuestro destino, a menudo realizamos una clara distinción entre si deseamos ir a un lugar de costa o de montaña.  Para muchos, viajar hasta un lugar con mar es indis…pensable para pasar unos días de vacaciones; para otros, en cambio, es la montaña la que les relaja y les hace olvidar la rutina del día a día.

Como en todo, muchas veces anhelamos lo que no tenemos. Para la gente que vive en el interior del país, seguramente no habrá vacaciones sin que en éstas esté la playa presente. El hecho de no tener al alcance el mar convierte la costa en algo muy preciado para todos aquellos amantes de la playa. En cambio, para otra gente, unas vacaciones equivalen a escaparse a la montaña y disfrutar de la naturaleza, de sus animales,  los ríos, etc. Y es que suelen ser aquellos que viven próximos a la costa los que deciden cambiar de aires y elegir la montaña. Para gustos, colores.

Los niños, incondicionales de la playa

Si estás preparando un viaje en el que tus hijos, sobrinos o hermanos pequeños están incluidos, la mejor opción es elegir un destino de playa. Aunque es muy positivo que los pequeños disfruten de la naturaleza y la montaña, dependiendo del lugar puede ser más pesado para ellos, sobre todo en caso de querer realizar rutas a través de campos y  pendientes, lugares que además pueden resultar peligrosos para los ellos. Sin duda, en estos casos es mejor ir con amigos y prescindir de la presencia de los menores, al menos hasta que crezcan lo suficiente para  disfrutar al 100% de este tipo de aventuras. La playa, aunque también requiere una atención por parte del adulto, es un lugar ideal para que los niños puedan disfrutar,  ya sea con la arena o bañándose en el mar, siempre, por eso, acompañado de un mayor.

Deporte y belleza a partes iguales en la montaña

Mientras que la costa suele ser para aquellos más tranquilos, la montaña ofrece un sinfín de posibilidades entre las que destacan la práctica de deportes, desde los más arriesgados hasta los más apacibles. Así, podrás realizar rafting surcando los ríos más espectaculares de nuestras montañas, practicar, si es que te atreves, el tan temido puenting, o bien realizar rutas por los lugares más especiales mientras practicas senderismo, una gozada para todos los amantes de la naturaleza y las vistas inigualables.

Para los más románticos

Si eres un romántico empedernido y no sabes qué destino elegir para tu próximo viaje, una posibilidad es que visites un pueblo costero, pues la playa representa uno de los mejores lugares para compartir en pareja. Caminar por el paseo marítimo al atardecer o contemplar la puesta de sol desde la playa son, desde siempre, actividades que pierden parte de su sentido si no se hacen acompañado.