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Menos maletas perdidas
Uno de los mayores miedos cuando uno factura el equipaje es que éste se pierda. Sin embargo, las estadísticas apuntan a que cada vez se pierden menos maletas, una tendencia que se mantiene desde hace unos años según revela el VII Informe Anual Sobre Gestión de Equipajes elaborado por SITA.
El informe muestra que el porcentaje de reclamaciones por problemas con el equipaje se ha mantenido por debajo del 10,41% de incremento registrado en número de pasajeros.
SITA muestra en su informe un descenso del 4,4% en equipajes perdidos o retrasados con respecto a los datos de 2009, a pesar de haberse registrado tres picos de incidencias con aumentos de entre un 15% y un 20% debidos a las pésimas condiciones climáticas en febrero y diciembre, y a los problemas originados en mayo por la nube de cenizas procedente de la erupción del volcán islandés que tantos problemas supuso.
El año 2007 42,4 millones de maletas fueron entregadas con retraso a sus dueños, en un porcentaje de 18,86 maletas perdidas o retrasadas por cada 1.000 pasajeros. En 2010, la cifra ha sido de 29,4 millones de maletas, lo que supone un porcentaje de 12,07 maletas por cada 1.000 pasajeros, siguiendo con la tendencia a la baja que han registrado estos incidentes en los últimos cuatro años.
El continuo descenso desde 2007 en los incidentes relacionados con el equipaje se debe a las mejores tecnológicas y el aumento de la vigilancia tanto por parte de los aeropuertos como de las líneas aéreas.
¿Dónde se pierden más maletas?
Europa es la región del mundo que registró un mayor porcentaje de equipajes extraviados o retrasados, con un 44% de la cifra total. Le sigue Estados Unidos en segunda posición, el resto del continente americano, y África del Norte y Oriente Medio.
En cuanto a los motivos de pérdida del equipaje, predomina la transferencia de maletas entre vuelos, con mucha diferencia respecto a los otros motivos. Otras causas son maletas que ni siquiera se llegaron a embarcar, errores en los billetes o alguna equivocación en el aeropuerto o en la aduana, entre otros.
A pesar de todo, una buena noticia. El número de pasajeros se incrementa, y las malas noticias disminuyen. Con esto es posible que más de uno se atreva a facturar y deje de lado el pequeño y en ocasiones insuficiente equipaje de mano.
