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La leyenda de los enanos de Colonia
¿Quién no ha deseado alguna vez, ante una tarea pesada, que viniese algún ser mágico y se ocupase de ella en su lugar? Bueno, pues según una leyenda, los habitantes de Colonia, en Alemania, tuvieron una vez esta suerte… y la perdieron por culpa de la curiosidad.
Cuenta esta leyenda que hace mucho tiempo, vivían en Colonia los Heinzelmännchen, una raza de duendes que se ocupaban de todo el trabajo, pero sólo cuando la gente dormía. De esta manera, los habitantes de la ciudad podían dedicarse a lo que quisieran durante el día ya que por la noche, mientras dormían, los Heinzelmännchen se ocupaban de su trabajo y lo dejaban todo hecho para la mañana siguiente.
Sin embargo, la mujer del sastre era muy curiosa y quería ver qué aspecto tenían, así que una noche dejó guisantes en el suelo y se quedó despierta; y cuando los oyó resbalar, corrió con una linterna a verlos. Los Heinzelmännchen se enfadaron tanto que se fueron de Colonia, y desde entonces los habitantes de la ciudad tuvieron que hacer su propio trabajo.
La historia fue escrita por la profesora colonesa Ernst Weyden en 1826 y desde entonces estos personajes se han convertido en uno de los símbolos de la ciudad, estando presentes en todo tipo de souvenirs y decoraciones. Una famosa estatua, situada cerca de la Catedral de Colonia, recuerda a los Heinzelmännchen y a la mujer más odiada por todos los habitantes de la ciudad.
Fotografía y detalle de la fuente de los Heinzelmännchen en Colonia.
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