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Las drogas, malas compañeras de viaje

Todos conocemos los efectos negativos de las drogas, todos hemos escuchado cientos de veces que no se deben consumir. No obstante, aún estando avisado, hay quien se atreve a conducir después de haber consumido alguna sustancia ilegal. Sabes que es malo pero, ¿sabes qué efectos concretos tienen cuando vas al volante?

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Los colores son clave a la hora de conducir: semáforos y señales están caracterizadas por ellos. El cannabis, una de las drogas más habituales, altera esta percepción. Pero no sólo esa, también altera la percepción del tiempo y del espacio, por lo que es fácil que se calculen erróneamente las distancias. Además, reduce la capacidad de concentración y provoca una fuerte somnolencia, a parte de que aumenta el tiempo de reacción. Una combinación nada recomendable al volante.

Los efectos de la cocaína, en cambio, son diferentes. Mientras que la primera deja al conductor más pasivo ésta puede provocar comportamientos más competitivos o agresivos al volante, poniendo en peligro al resto de conductores. Quien la consume se siente más impulsivo, de manera que los errores al volante se ven incrementados.  No hay que obviar tampoco que la cocaína hace que se sobrevaloren las propias capacidades al volante, por lo que el conductor puede aceptar un mayor nivel de riesgo.

¿Qué decir de las anfetaminas? También provoca comportamientos impulsivos, ya que hace que la persona se vuelva mucho menos paciente, algo poco recomendable al volante donde la paciencia tiene tanta importancia. Puede provocar también comportamientos violentos o incomprensibles para los demás conductores, volviendo a poner en riesgo a los demás y no sólo a uno mismo.

No podemos dejar de lado al éxtasis, una de las drogas más conocidas y también muy peligrosa. ¿Imaginas conducir con ilusiones ópticas? ¿Sin distinguir la realidad? Pues esto es lo que provoca esta sustancia. Los efectos del éxtasis también pueden hacer que se experimenten periodos de mayor sensibilidad a la luz o episodios de visión borrosa. Además, provoca episodios de depresión o ansiedad, muy peligrosos durante la conducción.

Drogas todas al fin y al cabo pero con resultados muy diferentes. Sea cómo sea, está comprobado que las drogas no son buenas compañeras de viaje.

Fotografía – Flickr

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