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Chotts, los lagos del infierno

Lagos salados de colores en el desierto

Si el infierno tuviera lagos, seguramente estos se asemejarían bastante a los chotts. Estas formaciones son fascinantes desde el punto de vista estético y cumplen una importante función en el árido desierto del Sahara, permitiendo que una escasa vida se desarrolle en torno a ellos.

Los chotts son lagos salados que permanecen secos durante la mayoría del año, pero reciben algo de agua en la época de lluvias y durante el deshielo de los montes del Atlas en primavera. Esta agua, aunque con una gran concentración de sales debido a la fuerte evaporación, es la suficiente para permitir el crecimiento de algunas plantas adaptadas a vivir en terreno salino. Cuando el lago se vuelve a secar, deja tras de sí una extensión de sales acumuladas, la mayoría de color blanco, pero también de otros colores, confiriéndoles un aspecto bello a la par que desolado.

Los chotts se encuentran mayoritariamente en la franja al norte del Atlas, desde Marruecos hasta Túnez pasando por Argelia. Sin embargo, no son un algo exclusivo del Sahara, ya que fenómenos parecidos se dan en otras regiones del globo, aunque no siempre de esta manera tan espectacular. El ejemplo más conocido, si bien no llega a secarse completamente, es el Mar de Aral, en la frontera entre Kazajistán y Uzbekistán. No deben confundirse con los wadis, lechos secos de ríos que se llenan estacionalmente, pero que no presentan estas formaciones salinas tan características de los chotts.

Para visitarlos es recomendable alquilar un coche todoterreno y contratar los servicios de un guía local, que conocen los periodos en los cuales los chotts tienen agua. el más grande y espectacular es Chott el Djerid, con una superficie de entre 5000 y 7000 kilómetros cuadrados. Se encuentra a menos de 100 Km. al oeste de Túnez capital y el camino discurre a “orillas” (si puede decirse así) de otro, Chott El Fejaj.

Fotografía de Jaume Ollé en la Wikipedia.