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Los zapatos del Danubio, un monumento especial

Homenaje a los judíos asesinados durante la 2ª Guerra Mundial

Las grandes barbaries del pasado son recordadas como horribles episodios que no deben volver a producirse bajo ningún concepto. Guerras, matanzas, asesinatos, atentados…: los baños de sangre acontecidos en una ciudad o pueblo constituyen siempre la más penosa de las lacras de una comunidad o sociedad. De ahí que se intente homenajear a las víctimas mediante variadas iniciativas, siendo la de erigir un monumento una de las más utilizadas.

Está claro que cada caso es diferente, aunque ya hemos visto en nuestro blog más de un caso de monumento levantado en honor a un colectivo o grupo perjudicado en uno o varios acontecimientos de la historia de la humanidad. Hoy seguimos en esta línea y hablamos de otro homenaje, nada convencional, situado a orillas del río Danubio.

Colección de zapatos

No es una gran mole de hierro ni una escultura en honor a un personaje célebre fallecido. Lo cierto es que el monumento que hoy nos ocupa está formado por pequeñas piezas que representan, cada una de ellas, un zapato de un determinado estilo. Están ubicados en Budapest –más concretamente en la parte de Pest-, en la ribera del Danubio, al sur del majestuoso Parlamento Húngaro y muy cerca de la Academia Húngara de las Ciencias.

zapatos 318x460 Los zapatos del Danubio, un monumento especial

Aunque no lo parezca, estos zapatos puestos al azar son un monumento conmemorativo creado por Gyula Pauer y Can Togay llamado “Los zapatos en el Paseo del Danubio”. Son sesenta pares creados con hierro que fueron erigidos en 2005 y adheridos al suelo empedrado junto con varias placas conmemorativas y un banco de piedra.

Zapatos de mujer, de hombre y de niños: este monumento rinde homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, asesinadas por el simple hecho de ser judías. En el punto donde ahora hay zapatos, durante la época más dura del régimen del Partido Nazi Húngaro solían arrojar a los judíos que habitaban un gueto de Varsovia. Antes eran atados y obligados a quitarse los zapatos. Así, una vez estaban en el borde del Danubio, se les disparaba y éstos caían al río, mientras que los zapatos –ya sin dueño- permanecían en la misma posición.

Algunos turistas piensan que se trata de un simple monumento más de la ciudad de Budapest. Otros, en cambio, conocen el significado real de estos zapatos y depositan flores o encienden velas en honor a los fallecidos de esta forma tan cruel. Sea como sea, los zapatos siguen esperando –y esperarán, por siempre- a que sus propietarios vuelvan para ponérselos. Un deseo que desgraciadamente nunca se cumplirá.

Fotografía de Wikipedia

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