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Viajar no tiene edad

Hace mucho tiempo que la edad ha dejado de ser un problema para realizar cualquier tipo de actividad.

La jubilación se ha convertido probablemente en una de las épocas más maravillosas de la vida de una persona en la que se tiene tiempo para hacer todo aquello que no se pudo por cuestiones de trabajo o familia.

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Viajar es una de estas opciones, especialmente porque cada época de la vida en la que se viaja cuenta con diferentes formas de disfrutarlo.

Hazle una visita al médico antes de partir

Como es lógico, hay que tener ciertas precauciones para que todo salga sobre ruedas. Hoy queremos hacer un repaso para que viajar pasados los 60 se convierta en una experiencia inolvidable.

Lo primero que se debe hacer es una visita al médico. Él conoce perfectamente el estado de salud del viajero. Si le comenta el tipo de destino elegido, seguro que podrá dar algún consejo interesante para evitar cualquier contratiempo.

Quien más o quien menos a ciertas edades suele tomar alguna medicación, por eso es necesario incluirla en el equipaje en cantidades suficientes para evitar quedarse sin ella por motivos de pérdida o retraso del equipaje.

Otro detalle importante es no llevar toda la medicación en el mismo lugar, por si sucede lo que hemos comentado anteriormente.

Si necesitas ayuda, solicítala

Otra cosa a tener en cuenta es si la medicación que se está tomando está prohibida en el lugar al que se viaja. En ese caso, habrá que solicitar al médico una autorización para que se compruebe que son absolutamente necesarios para el viajero.

En algunas ocasiones, bien sea por prescripción médica o cualquier grado de discapacidad, los viajeros necesitan ayuda para el embarque o desembarque en cualquier medio de transporte. La gran mayoría de las empresas dan la posibilidad de solicitar esta asistencia con la contratación del viaje. Lo mismo sucede con los aeropuertos, se puede solicitar la ayuda para cargar con el equipaje, desplazamientos en sillas de ruedas, etc.

Avisar a la familia y dejar los números de teléfono de las personas de contacto en el hotel y viceversa es algo que también resulta de lo más recomendable, no importa el destino que se haya elegido.

Cuidado con los grandes esfuerzos físicos y con darse grandes atracones de comida. Todo en su justa medida resulta placentero, los excesos sin embargo siempre traen consecuencias.

Por lo demás… ¡feliz viaje!

Foto de Maria Penalva en la Wikipedia.

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