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Una Ruta de Caras escondidas

La Ruta de las Caras, en un primer momento, podría asustar a quien no la conozca. Las caras difusas en piedra son algo que confunde, consterna, y es que cada uno puede imaginarse la silueta de una forma y otorgarle una expresión u otra. Sin embargo, estas caras están bien definidas, por lo que no te asustarás al verlas. Se encuentran a las orillas del pantano de Buendía, a 83km de Cuenca, y es un recorrido muy accesible y fácil al aire libre.

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La Ruta de las Caras transcurre por la Sierra de Altamira, entre pinares y rocas calizas y tiene su origen en 1992, cuando Jorge J. Maldonado y Eulogio Reguillo comenzaron a esculpir las protagonistas de este camino. Se podría calificar como un verdadero museo al aire libre, y es que son unas obras que tanto por su magnitud como por su originalidad son verdaderas muestras de arte. Una verdadera sorpresa para aquel que se lo encuentra sin saber a dónde va.

Las caras se han ido esculpiendo por un camino muy apropiado para hacer senderismo. Son menos de 15 kilómetros oficiales, aproximadamente una hora caminando. A pesar de que se pueda hacer en cualquier época del año, es recomendable realizar la Ruta de las Caras en primavera o verano, aprovechando el buen tiempo para poder disfrutar además de la vegetación de alrededores. Además, después del recorrido siempre puedes remojarte en el pantano.

Beethoven 343x460 Una Ruta de Caras escondidasLa Ruta de las Caras esconde a diferentes personajes a lo largo del todo recorrido. Cuando menos te lo esperes te encontrarás de frente con La Monja, la primera cara del conjunto que vio la luz. Desde una gigantesca roca te espera El Chamán, de más de 3 metros de altura. Unas caras misteriosas que te observan y se esconden entre los árboles esperando que los encuentres y los mires a los ojos. Un camino diferente con cierta aura de misterio en el que te encontrarás con más de 18 esculturas y alguna sin acabar, proyectos que no llegaron a realizarse.

Para emprender la ruta tendrás que acceder desde el pueblo de Buendía, a unos 4km de distancia. Está perfectamente señalizado para llegar en coche, y cuando el camino se ensancha sabes que ha llegado el momento de bajarse y continuar a pie. A pesar de que eres libre de caminar por donde quieras, unos postes de madera van indicando el itinerario.

Fotografías de ZazaSVQ en Flickr

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