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Una estatua nacida del mar



Dicen que la diosa Afrodita nació de la espuma del mar, y vaya si fue así. Sin embargo, no fue en una localidad griega donde lo hizo, ni tampoco fue una bella mujer la que salió des de las profundidades del mar. De hecho, esto ocurrió a finales del  2010, tras unos días de intensas lluvias que azotaron Israel y más concretamente la ciudad de Ashkelon, una región que antiguamente fue un centro comercial fenicio del Mediterráneo.

Como decía, en las últimas semanas del 2010 apareció ni más ni menos que la diosa Afrodita del mar, o al menos eso dicen los expertos que observaron la figura de mármol blanco que emergió del mar tras una semana de lluvias torrenciales en Israel. La estatua, aunque sin cabeza y sin una de las manos, era el cuerpo de una mujer en toga y sandalias, siendo muy probable que fuera una figura importada de Italia, Grecia o Asia Menor y que representara a la diosa del amor.

Así lo aseguró Yigael Israel, un investigador de la Autoridad de Antigüedades de Israel, quien además afirmó que “el mar nos había dado esta estatua increíble”. Y es que os preguntaréis: ¿Cómo es posible que haya aparecido una estatua como ésta de la nada?

estatua 460x331 Una estatua nacida del mar

Parece ser que tras siglos enterrada, la estatua apareció en un acantilado de esta localidad israelí. La efigie, que podría datar de entre 1650 y 1800 y mide 1,2 metros, cayó al mar tras derrumbarse el acantilado a causa de las fuertes lluvias. Así, fue encontrada en el antiguo puerto de Ashkelon, situado al oeste de la antigua ocupación romana en Judea de hace entre 1800 y 2000 años.

Y como cualquier persona que le gusta pasear por la orilla de la playa, un transeúnte se encontró la estatua, una figura que aunque cayó desde una altura de 10 metros, se conserva casi perfectamente. La ropa, esculpida meticulosamente, los dedos de los pies, delicados, escondidos entre las sandalias de la mujer. De hecho, todo parece indicar que la cabeza y una de las manos ya faltaban incluso desde la época romana, no habiendo sufrido daño alguno en su espectacular caída al Mediterráneo.

La figura, que ya ha quedado bautizada como estatua de Afrodita, fue recuperada con una grúa y expuesta posteriormente en un museo para que el público pudiera contemplarla. Y es que, sin duda, pocas veces nos podemos encontrar este tipo de tesoros durante un simple paseo por la playa.

Fotografía de El Universal

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