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Torrijas, típicas de Semana Santa

Y llegó la Semana Santa y después de varios días leyendo como celebran estas fiestas en diferentes zonas del planeta, es momento de hablar de la comida por excelencia  de estas fechas. Vaya, comida comida no es, aunque poca gente puede resistirse a probar uno de estos dulces de Semana Santa, un pequeño alimento sencillo de elaborar a la par que delicioso de degustar.

Se trata de la torrija, un tradicional dulce típico de las celebraciones de Semana Santa y Cuaresma en España, aunque también de otros países latinoamericanos como México. ¿En qué consiste una torrija? Muy simple. Una rebanada de pan –generalmente no de pan del día, sino que sea de un par de días como mínimo- empapada de leche y rebozada en huevo. Una vez la torrija está empapada, se fríe en aceite y se endulza con miel, azúcar o almíbar. Vaya, que poca gente podría decir que se trata de un dulce muy difícil de preparar o con muchos ingredientes.

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Y es que la sencillez de las torrijas quizás proviene de la antigüedad, pues ya en pleno siglo XV se elaboraban torrijas tal y como se conocen hoy en día. En las primeras recetas y libros de cocina se cita este dulce como plato indicado para la recuperación de parturientas. Quizás era la gran cantidad de hidratos de carbono y grasas de las torrijas la que ayudaría a las mujeres en siglos pasados a recuperar fuerzas después de unos partos que nada tenían que ver con los de ahora.

Más tarde, y aunque la torrija siempre ha sido elaborada en la mayoría de regiones españolas, era habitual servirla en las tabernas de Madrid acompañada de un chato de vino. Eso sí, ya sería a comienzos de siglo XX, formando por tanto una especie de tapa cómo si de chocos o patatas bravas se tratara.

¿Y por qué se comen en Semana Santa estaréis pensando? Pues las torrijas suelen asociarse a la Cuaresma porque tradicionalmente se tenía que aprovechar el pan que, debido a que no se podía comer carne, sobraba después de que las familias elaboraran la misma cantidad. Además, por su aspecto, las torrijas emulan un pedazo de carne, por lo que a los que más les costara prescindir de este alimento podían suplirlo con las dulces torrijas.

A pesar de existir numerosas variantes, la torrija es un dulce que aún sigue perdurando, y es que aunque antes se asociaran a aquellos de origen más humilde por ser un alimento muy sencillo y barato, todo el mundo puede apreciar el delicioso sabor de este típico dulce de Semana Santa. ¿A qué estás esperando para preparar unas torrijas?

 Fotografía de Wikipedia

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