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El Tejadillo de Oro, símbolo de Innsbruck

Innsbruck está considerada el corazón de los Alpes y, a su vez, una de las localidades más bellas de Austria. Es una ciudad de montaña donde en invierno se congregan muchos amantes del esquí, deporte que triunfa en Innsbruck y erige esta ciudad como una de las más populares para la práctica de los deportes de invierno.

Situada en el estado austríaco de Tirol, al oeste de Austria, destaca de esta localidad su casco antiguo, de aspecto medieval aunque fascinantemente bien conservado. La mayoría de edificios del centro histórico datan del siglo XVI y son muchas las calles por las que se pueden ver pintorescas fachadas, así como abovedados pasadizos que sorprenden sobre todo en la que está considerada la calle principal de Innsbruck, la Herzog Friedrich Strasse.

Es curioso como el coche es prácticamente indispensable para llegar hasta Innsbruck aunque, a la vez, innecesario para recorrer el casco antiguo de la localidad. De hecho, Innsbruck tiene por norma prohibir el acceso de vehículos al centro histórico, una regla que mejora la visita por las mejores zonas urbanizadas de la ciudad austríaca.

Desde hace siglos, la posición estratégica de Innsbruck le ha valido la fama y renombre que hoy en día aún posee, aunque no sólo ha sido su ubicación la única razón por la que se la considera una de las ciudades más hermosas del país. Como decíamos, su arquitectura es merecedora de una visita y, probablemente, el mayor símbolo de la ciudad también esté relacionado con los fantásticos edificios que la caracterizan.

innsbruck 345x460 El Tejadillo de Oro, símbolo de Innsbruck

Precisamente este símbolo se encuentra en la que decíamos era la calle principal de Innsbruck: la Herzog Friedrich Strasse. Se le conoce como el Tejadillo de Oro y no deja de ser un edificio con un tejado algo diferente al del resto de casas. Y es que está revestido con casi 3000 tejas de cobre doradas que simulan el aspecto del oro, y de ahí su nombre.

El Tejadillo de Oro fue mandado a construir por el emperador Maximiliano I justamente en la que había sido residencia del archiduque Friedrich IV. El motivo fue el enlace matrimonial del emperador con Blanca Maria Sforza de Milán –de hecho algunos frescos de la fachada muestran a Maximiliano I con su mujer-, aunque también lo utilizaría el emperador para asomarse al balcón y divisar desde aquí las fiestas y celebraciones de la plaza.

Han pasado los años –aproximadamente cinco siglos desde entonces- y el Tejadillo de Oro sigue intacto en la calle más representativa de Innsbruck. Hoy en día este monumento alberga un museo que conmemora a Maximiliano I y cuenta con el atractivo de poder asomarse por el popular balcón, probablemente la vista más privilegiada de todo Innsbruck.

 Fotografía de Wikipedia

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