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Las siete maravillas del mundo antiguo

Las grandes proezas de la humanidad

“He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de Zeus de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enorme obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el Olimpo, el Sol nunca pareció tan grande.”

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Esas palabras de Antípatro de Sidón, poeta griego del siglo II aC, son la base de lo que se empezaría a conocer como “las siete maravillas del mundo”, las grandes obras arquitectónicas que los helenos admiraban. No fue la primera lista, ni la última: Herodoto de Halicarnaso y Filón de Bizancio ya habían hablado de grandes maravillas arquitectónicas (no necesariamente estas), y otros lo hicieron también a posteriori, pero la lista de Antípatro de Sidón fue la que más perduró en la tradición.

Las siete maravillas a las que se refiere eran la Puerta de Ishtar en Babilonia, la estatua de Zeus en Olimpia, los jardines colgantes de Babilonia, el Coloso de Rodas, la Gran Pirámide de Gizeh, el Mausoleo de Halicarnaso y el Templo de Artemisa en Éfeso. En relatos posteriores, la Puerta de Ishtar fue substituida por el Faro de Alejandría. De estas ocho maravillas de los tiempos antiguos, sólo la Gran Pirámide ha perdurado hasta nuestros días; las demás fueron destruidas, bien por causas naturales como terremotos o bien a causa de saqueos o demoliciones.

Algunas de las maravillas debían este honor a su belleza, como el templo de Artemisa o la estatua de Zeus; otras al mérito de su construcción, como la Gran Pirámide o los jardines colgantes (irrigados por un complejo sistema de canalización). Sin embargo, no se debe olvidar que esta es una lista subjetiva, elaborada desde los ojos de Antípatro de Sidón y que, además, sólo recoge las maravillas que él había visto, dejando al margen otras obras que podían haber sido tan imponentes y bellas como estas, pero que no le eran conocidas o simplemente se construyeron después.

Mañana empezamos nuestro recorrido por las siete maravillas del mundo antiguo, por orden (valga la redundancia) de antigüedad. ¡No os lo perdáis!

Imagen de la Wikipedia.

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