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Santander, Turismo de Reyes
Algunos dicen que esconde una de las bahías más bonitas del mundo. Santander y la Playa del Sardinero, dividida en dos por los Jardines del Piquío, tan sólo puede ser superada por la de Río en Brasil, aunque muchos discuten esta polémica clasificación.
Desde los veraneos del rey Alfonso XIII en el palacio de la Magdalena de la ciudad cantábrica, la villa se ha convertido en una magnífica opción para disfrutar de unos días de descanso.
Enclavada en un lugar estratégicamente diseñado para el turismo, entre el mar y la montaña, Santander ofrece numerosas posibilidades para satisfacer el tiempo de vacaciones.
La Playa del Sardinero, de las más bellas del planeta
Además de las mencionadas playas, parques, paseos y paisajes, la ciudad cuenta con una novedosa y moderna oferta de ocio, restauración, historia y cultura que puede cautivar el visitante al pisar por primera vez esta preciosa villa.
La ya citada Playa del Sardinero es quizá sea el símbolo de la ciudad. A mediados del siglo XIX constituía la zona rural de Santander, pero su belleza enamoró a los nobles europeos, que a partir de ese instante la convirtieron en su lugar de veraneo.
La zona del Sardinero tiene su punto neurálgico en la Plaza de Italia, centro turístico de la ciudad. Toda la playa la recorre un paseo marítimo, declarado Conjunto Histórico Artístico y en él están situados el famoso Hotel Real y el mítico Gran Casino, construidos a principios del siglo XX.
Ciudad de veraneo del Rey Alfonso XIII
Si el Sardinero representa la zona turística y natural más famosa de Santander, el palacio de la Magdalena constituye el monumento más emblemático de la capital de Cantabria. Es un edificio de estilo inglés, antigua residencia de verano del rey Alfonso XIII.
El palacio cuenta con playa propia, embarcadero e incluso un zoológico. Los bellos jardines rodean toda la estructura. Todo esto fue concluyente para que en 1982 todo el conjunto fuera declarado Bien de Interés Cultural.
Santander también tiene conexión con Santiago de Compostela. Son numerosas las referencias que hay en la ciudad cántabra sobre el Camino de Santiago. No obstante, Santander se convirtió en una ciudad que albergó a numerosos peregrinos para buscar la ruta que hoy es conocida como de la Costa.
Sus fiestas patronales, los distintos museos que alberga la ciudad, su rica y variada gastronomía y su cultura marítima, hacen de Santander un lugar único que cuenta con una oferta turística inigualable. Y todo ello rodeado de un espacio natural de lujo.
