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Rascafría, cuna de leyendas

Uno de los municipios más enigmáticos de la Comunidad de Madrid es Rascafría, localidad situada en el valle del Lozoya a poco más de una hora en coche del centro de la ciudad de Madrid. Ubicado a 1.200 metros sobre el nivel del mar, Rascafría es parte del Parque Natural de Peñalara, un auténtico paraíso de montaña en que la abundante vegetación, lagunas de origen glaciar e impresionantes cascadas sorprenden a cada paso del turista por la zona.

En su superficie, de 150,27 kilómetros cuadrados, pueden observarse algunas de las construcciones más importantes de la zona, tales como el Monasterio de El Paular, un monasterio cartujo fundado en 1390 y que actualmente es una abadía benedictina, o el Puente del Perdón, construido por los monjes a mediados del siglo XVIII. Además, la arquitectura popular de Rascafría es propia de la sierra de Guadarrama, por lo que unido a los atractivos ya comentados, el municipio se convierte en uno de los destinos turísticos más valorados de la sierra madrileña.

Pueblo de leyenda

La belleza del pueblo y sus alrededores es incuestionable. Otra de las maravillas que pertenecen a Rascafría son, por ejemplo, sus cascadas, conocidas popular y oficialmente como las Cascadas del Purgatorio, situadas a seis kilómetros del Monasterio de El Paular y alabadas por su tamaño, de hasta 15 metros de altura. No obstante, no es la naturaleza o la arquitectura lo que hoy en día llama más la atención de Rascafría: numerosas leyendas giran en torno a este núcleo de población, algunas también atribuidas a demás localidades y, otras, mucho más desconocidas.

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Leyenda del Tuerto Pirón

Quizás es la menos impactante aunque no por ello menos interesante. Ésta cuenta que en Rascafría vivía un bandolero, llamado Tuerto Pirón, que se escondía en un viejo olmo situado en plaza mayor de Rascafría y que se conservó hasta enero del 2000, cuando cayó por culpa de una nevada. A imagen y semejanza de Robin Hood, el bandolero robaba a los ricos para luego repartirlo entre los pobres del pueblo.

Leyenda de la Peña de la Mora

En esta ocasión, la protagonista de la leyenda es una mujer, una bella mora que pereció en tiempos de la reconquista en el interior de una peña de la zona, motivo por el que se la denominó de esta manera. La joven murió aguardando a su prometido, una espera en la que la mujer se lavaba cada mañana la cara con el agua del interior de la cueva.  De la mora se dice que hoy queda un rubí, escondido en algún rincón de la peña, que espera a que llegue su joven enamorado.

Leyenda del Carro del Diablo

La historia está relacionada con la construcción del acueducto de Segovia. Y es que la leyenda cuenta como la hija del Sacristán de Segovia vendió su alma al diablo para que, a cambio de no bajar todos los días a buscar agua a mucha distancia de su hogar, éste construyera un acueducto en una noche. Parece ser que cuando el diablo iba transportando la última piedra, empezó a amanecer de tal manera que quedó petrificado, constituyendo hoy día la roca de granito conocida como Carro del Diablo.

Fotografía de Wikipedia

 

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