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Mljet, la isla de la tranquilidad

Las islas de Dalmacia tienen todas un encanto especial y diferente. No hay dos archipiélagos semejantes, y eso es precisamente lo que hace tan especiales a cada una de ellas. No por nada la mayoría de ellas son parques naturales. Una de las más queridas, así como la mayor de esa región, es la isla de Mljet, a la que se puede llegar con ferry o barco rápido desde Dubrovnik.

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Ten en cuenta que tendrás que levantarte temprano para coger el barco de ida, pues aunque sale alrededor de las 10 de la mañana, los billetes se venden a partir de las 8 y conviene estar pronto si no quieres hacer una larga cola bajo el sol. Por cierto, cuidado no te bajes en el muelle equivocado, pues hay dos paradas en la isla: tienes que bajarte en la segunda.

Mljet es tan popular por diversas razones, principalmente sus playas de agua cristalina y la excursión a los lagos centrales, Veliko jezero y Malo jezero. Esta se puede hacer a través del bosque o por la carretera asfaltada, lo que te llevará entre media hora y una aproximadamente. Aunque un trenecito lleva a los visitantes hasta los lagos, si dispones de tiempo merece la pena hacer la excursión a través del bosque. El problema es que seguramente te faltará tiempo para disfrutar de la isla con calma, ya que el barco llega a la isla sobre las 11 de la mañana y el último de vuelta parte a las 5 de la tarde, así que si quieres disfrutar al máximo de esta fantástica isla tal vez quieras pasar la noche en alguna de las casas que alquilan habitaciones.

Y ciertamente merece la pena, pues en Mljet te faltará tiempo para disfrutarla. La excursión por el bosque, a pesar del molesto calor en verano, te llenará de paz; y una vez llegues a los lagos no podrás resistir la tentación de darte un chapuzón en sus cristalinas aguas. El lago pequeño es el más popular entre los bañistas, aunque si prefieres la tranquilidad seguramente prefieras buscar alguna cala en el lago grande. En este también podrás tomar un barco a la isla de Santa María, donde se encuentra el convento homónimo, así como una cafetería donde reponer fuerzas después de la excursión.

Si decides quedarte a pasar la noche en Mljet, no pierdas la oportunidad de pasear por la orilla al atardecer, especialmente si el día es claro, pues la costa de Dalmacia es realmente magnífica bajo el sol del ocaso. Y la experiencia de dormir cerca del mar, oyendo el chapoteo de las olas, es un magnífico final para la excursión.

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