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Los mayas también llegaron a Copán, en Honduras

Un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

La civilización maya se suele relacionar, sobre todo, con el territorio mexicano en el que todavía hoy pueden visitarse monumentales conjuntos históricos repletos de pirámides y otras construcciones no menos impactantes. Pero también podemos traspasar las fronteras de México y ver como siguen existiendo los vestigios de antiguas ciudades y centros maya en otros países de Centroamérica. Quizás algunos, como el que hoy nos ocupa, son menos populares; sin embargo, constituyen parte importante del atractivo turístico de dichos países.

Hoy viajamos a Honduras y nos centramos en el que, probablemente, es junto con las playas de las Islas de la Bahía –típicas playas del Caribe de arena blanca y aguas cristalinas- el principal destino turístico del país. Para ello debemos situarnos en el mapa, desplazándonos al oeste del territorio hondureño, y concretamente hacia el departamento de Copán, precisamente el nombre del sitio arqueológico del que nos disponemos a hablar.

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Ciudad-estado en la región maya

A pocos kilómetros de la frontera con Guatemala se extendía hace muchos siglos el reino de Copán, con su capital enclavada en un valle fértil que, mucho antes de que se erigieran las primeras construcciones, ya constituía una región agrícola por sí misma.

Los mayas se referían a Copán como Oxwitik (que significaba “tres raíces”) y le conferían estatus de capital de un enorme reino al sur de la región maya. Convertida en una importante ciudad-estado, durante su apogeo –en el clásico tardío-, llegaron a habitarla al menos 20.000 personas, que se repartían por una superficie de más de 250 kilómetros cuadrados. Pese a la convulsa historia de Copán, en la que incluso uno de los grandes reyes de la dinastía fue ejecutado, el sitio y sus gobernadores no pararon de erigir edificios y estructuras monolíticas como las estelas con retratos que se distribuyen a lo largo del sitio.

Copán destaca por estas figuras pero también por su organización, estando compuesta por varios conjuntos arquitectónicos: el núcleo (con el conjunto principal y el conjunto del cementerio) y la zona de las sepulturas, constituida de grandes estructuras con decoraciones talladas y una gran cantidad de tumbas. Su Acrópolis lo forman palacios, plazas y pirámides, aunque como hemos dicho, los monumentos con retratos representan el elemento distintivo de Copán respecto a otras ciudades maya. El más conocido es el Altar Q, que cuenta con tallas de los primeros dieciséis reyes de la dinastía de Copán, con glifos que contienen cada uno de los nombres.

Fotografía de Wikipedia

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