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Majlis al-Jinn, la cueva de los genios en Omán

No será la de Aladdin, pero…

¿Quién no recuerda la Cueva de las Maravillas de Aladdin? Oculta bajo las arenas del desierto, repleta de tesoros… entre los cuales la lámpara mágica con su genio. Bueno, pues tal vez no esté tan lejos de existir.

Majlis al-Jinn es una cueva subterránea situada en una remota área de la meseta de Selma, en Omán. Su nombre significa, literalmente, “el lugar de reunión de los genios (Jinn)”. Es la novena cueva descubierta más grande del mundo en cuanto a superficie (casi 7 hectáreas, el equivalente a 7 campos de fútbol), y una de las mayores en volumen, con 158 metros de altura (más o menos igual a un edificio de unos 35 pisos) desde el suelo hasta el punto más alto del techo.

Majlis Al Jinn 345x460 Majlis al Jinn, la cueva de los genios en Omán

Fue explorada por primera vez en 1985, y en aquel momento se trataba de la segunda cueva más grande conocida. Dos años antes, los exploradores americanos W. Don Davison y Cheryl S. Jones la habían descubierto mientras exploraban el área en busca de fuentes de agua, por orden del gobierno de Omán. Para bajar emplearon cuerdas de rappel; la altura del descenso (158 metros) requirió dos años de preparativos, pero valió la pena por las impresionantes fotos que obtuvieron, reproducidas en revistas y periódicos por mucho tiempo. Durante años se aprovechó el tirón de la cueva como reclamo turístico hasta que, en 2008, el gobierno de Omán cerró el acceso a la cueva, aunque estudia la posibilidad de volver a abrirla.

¿Y por qué era esta cueva “el lugar donde se reúnen los genios”? En el folklore omaní, los genios eran la tercera de las criaturas de la creación, las que habitaban el interior de la tierra, junto con los humanos sobre ella y los ángeles en el cielo. Los genios tenían su propia sociedad y sus eventos sociales, y lógicamente necesitaban lugares de reunión donde no fueran molestados por los humanos. Cheryl, impresionado por el tamaño de la cueva y habiendo escuchado las historias que explicaban los nativos, pensó que aquella cueva sería un lugar excelente para que los genios hiciesen sus reuniones sociales, así que la llamó Majlis al-Jinn, “el lugar de reunión de los genios”.

Nadie ha visto nunca en ella rastro de ningún genio, pero la atmósfera ciertamente es sobrecogedora: los rayos de luz se filtran desde la lejana superficie a través del vacío inmenso de la cueva. Cuesta imaginársela vibrando con el jolgorio de estas criaturas místicas, pero ¿quién sabe? Tal vez los genios guardan silencio y espían a los visitantes que se atreven a internarse en su morada.

Fotografía de Michael McAndrew en la Wikipedia (si uno se fija, se puede ver un hombre descendiendo por una cuerda: ello da una idea de la altura de la cueva).

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