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Lourdes, un lugar milagroso

Cientos de personas pasan cada año por Lourdes, el pueblo de montaña donde, en 1858, una adolescente de la zona llamada Bernadette tuvo 18 visiones de la Virgen María junto una gruta cerca del río. Se encuentra a 800 kilómetros de París, y es una de las ciudades más visitadas de Francia.

Peregrinos fieles y devotos acuden a este lugar que continúa albergando un aire místico. A pesar de las edificaciones propias de los tiempos que corren y las tiendas de souvenirs donde comprar una figurita de la virgen, Lourdes es una experiencia única y emocionante, diferente, ya que no todos creen en lo que allí se dice que pasó.

Agua curativa

Se dice que la Virgen María visitó Lourdes en varias ocasiones, pero que sólo Bernadette la vio. Mientras la Virgen estaba en el lugar, una fuente surgió de una gruta y ha estado emanando agua desde entonces. Se cree que el agua tiene poderes curativos milagrosos, y ese es el motivo por el que cientos de visitantes acuden al lugar aunque no sean cristianos. La Iglesia sólo ha reconocido unas 60 curaciones oficiales de las más de 2000 que se le atribuyen como milagros desde la muerte de Bernadette en 1879.

Oficialmente se celebran seis peregrinaciones anuales, la más importante de ella en agosto. Sin embargo, Lourdes es un lugar con mucha afluencia de personas sea la época que sea. La temporada más popular es la de Semana Santa, pero hay que pensar que fuera de esta época hay menos colas.

Santuario de Lourdes

El santuario de Lourdes fue el primer santuario de Europa, y junto con otros como el de Montserrat o el del Pilar, forma parte de la ruta mariana. La extensión es de más de 50 hectáreas y es un bonito lugar a poco más de 100 km de la frontera con España. Sin duda, la Virgen escogió para aparecerse un bello entorno natural bajo el abrigo de los Pirineos franceses.

Fotorafía de Erin Silversmith en Wikipedia