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Las plazas de Lovaina
Uno de los mayores encantos de las ciudades medievales son sus plazas y, en lo que a esto se refiere, Bélgica se lleva la palma. Muchas de sus ciudades conservan aún el espíritu de las plazas en las cuales se desarrollaba la vida cotidiana en épocas pasadas. La ciudad de Lovaina (Leuven, en neerlandés), en el corazón de Flandes, es un buen ejemplo de esto. Cuenta con dos plazas, la Principal (Grote Markt) y la Vieja (Oude Markt), que son cada una a su manera el corazón de la ciudad
La Plaza Principal es sin duda alguna digna de este nombre. En ella destaca por encima de todo (y nunca mejor dicho, dada su altura) la imponente figura del Ayuntamiento de Lovaina, uno de los más exquisitos ejemplos de la arquitectura gótica flamenca. Su impresionante fachada de estatuas talladas y sus torreones consiguen atrapar la mirada de quienquiera que pase por la plaza. Frente al Ayuntamiento se alza la Iglesia de San Pedro, una de las más importantes de la ciudad y también de estilo gótico, aunque no tan recargada como el edificio del Ayuntamiento.
Por otro lado, así como la Plaza Principal es la reina del día y del turismo, la Plaza Vieja es la otra cara: el corazón de la noche universitaria. Lovaina es una verdadera ciudad universitaria, ya que durante el curso académico la mayoría de sus habitantes son estudiantes. No en vano en esta ciudad se encuentra la más antigua alta institución académica de Bélgica y una de las más importantes, la Universidad Católica de Lovaina.
Bélgica es famosa por ciudades como Lovaina, Brujas o la capital Bruselas, por su arquitectura, pero que a menudo se refiere a los edificios y que olvida la importancia de otros espacios: las plazas, esos lugares fantásticos que durante siglos fueron el centro de la vida económica y social y que, aún hoy, siguen siéndolo gracias al turismo y a la gente que sigue acudiendo a ellas para pasar el rato.
Fotografía de Michiel1972 en la Wikipedia.
