¿Puede un nombre así corresponder a algo tan bello?
Los sitios que más no suelen llamar la atención o más solemos recordar son aquellos que se relacionan con una curiosa historia, algo que nos sirva como hilo conductor para estructurar un pequeño recuerdo en nuestra mente. Una de esas historias es la que esconde el monte Musa, también conocido como la montaña de la mujer muerta. ¿Quieres saber por qué?
El monte Musa, en árabe Yebel Musa, es una imponente montaña de 840 metros de altura que podemos encontrar en el norte de Marruecos. Al oeste de Ceuta, ya en territorio marroquí, entramos al pueblo de Bellones y a las últimas estribaciones calizas de la Sierra del Rif, donde encontramos la cara de la mujer muerta. Cae directamente sobre el estrecho de Gibraltar y forma una serie de bahías de impresionante belleza. Sin embargo, es inevitable atribuirle una cierta aura de misterio, y es que se puede distinguir perfectamente la silueta.
Si observas desde lejos el Yebel Musa podrás ver como la roca forma una silueta que se asemeja a la cara de una mujer: ojos, nariz, boca, e incluso una barbilla pronunciada para dejar claro que también existe el cuello. Pero la mujer muerta no acaba así, ya que se puede apreciar la forma de su cuerpo tendido. ¿Un capricho de la naturaleza? Seguramente, pero la mitología también tiene su propia versión.
Cuenta la mitología griega que antiguamente Europa y África estaban unidas por dos montes, Calpe (Peñon de Gibraltar) y Abyla (Monte Hacho). Esto cambió el día que Hércules, despechado por una infidelidad de su amada, tomó a cada una por un extremo y en un arranque de furia las separó, formando lo que hoy conocemos como Estrecho de Gibraltar. De aquí surgieron las conocidas como Columnas de Hércules, que señalaban el límite del mundo conocido, la última frontera para los antiguos navegantes del Mediterráneo. No sabían qué deparaba el Atlántico, y varias leyendas y temores se formaban alrededor de ese océano.
¿Pero qué pasó con su amada? La misma leyenda cuenta que la castigó convirtiéndola en piedra, de manera que fue un castigo lo que originó la bella Yebel Musa. Bella porque, a pesar del sobre nombre de montaña de la mujer muerta, parece que esté sumida en un plácido sueño. ¿No es mejor esa segunda opción?
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