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La hermosa Grand Place de Bruselas

¿Quieres sentirte como en un cuento de hadas?

Para que un lugar sea calificado como el más bonito de entre un conjunto tiene que ser, a pesar de la disparidad de opiniones, bastante bueno y agradable para todos. Ponerse de acuerdo respecto a tal decisión es complicado: siempre entran en juego diferentes baremos y circunstancias que influyen en una elección distinta según la persona que se trate. ¿Podrías decirme cuántas plazas hay en el mundo? Decenas, cientas, miles y millones: cada pueblo, por pequeño que sea, cuenta con su plaza, generalmente el lugar con más vida de la localidad.

De entre las millones de plazas que existen en el planeta Tierra, ¿sabías que para muchos la Grand Place de Bélgica es considerada la más bella del planeta? Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Grand Place concentra en poco espacio –por decir algo, porque si por algo no se caracteriza es por su reducido tamaño- lo que significa Bruselas. Un intenso resumen de la capital belga en el que la monumental arquitectura se une al carácter cultural de la ciudad, al trasiego de personas y a la historia que la envuelve y la hace única.

grandplace 460x273 La hermosa Grand Place de Bruselas

Punto de encuentro en Bruselas, la Grand Place – Grote Markt en flamenco- es una plaza central en la que se encuentran parte de los edificios más importantes de la ciudad: el Ayuntamiento y la Casa del Rey, además de las casas gremiales que la envuelven y le otorgan más belleza de la que ya de por sí posee. Víctor Hugo ya lo dijo: La Grand Place es la plaza más bonita de todo el mundo.

Cuando de pequeños nos contaban cuentos sobre príncipes y princesas, sobre palacios y pueblos, seguramente las plazas las imaginábamos similares a la Grand Place. Parece que así se lo propusieron cada uno de los artistas que participaron en la construcción de los edificios, de los detalles que la decoran, de hasta cada pequeño elemento que forma parte de la plaza. De estilo renacentista con elementos flamencos y neoclásicos, observar la Grand Place desde el centro hace sentir al turista muy pequeño, casi inmerso en un cuento de hadas del que no gustaría despertarse jamás.

El ayuntamiento, por ejemplo, es el único edificio que se conserva de la etapa medieval. Construido entre 1402 y 1455, en él destaca la torre de estilo gótico de casi 100 metros de altura en la que se puede observar la estatua del patrón de Bruselas –el arcángel San Miguel- venciendo al Diablo. Diferente al ayuntamiento es la Casa del Rey, una construcción que hasta el siglo XV servía básicamente para vender el pan. Posteriormente pasó a ser un edificio en el que el Duque de Brabante llevaba a cabo los servicios administrativos de la ciudad; así, cuando el duque se coronó Rey de España el edificio pasó a llamarse Casa del Rey.

La Grand Place sin duda es un marco incomparable que año tras año atrae a turistas de todo el mundo. Éstos, además, pueden disfrutar de un rico tentempié en alguna de sus terrazas, bajo el dulce resguardo de cada una de las casas y edificios que la rodean. Y para los amantes de las flores, no pueden perderse en agosto de cada año par la ingente alfombra de flores que cubre la plaza, formada por más de 500.000 plantas de begonia.

Fotografía de Wikipedia

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