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La Casa Pastéis de Belém y los famosos ‘pastéis de nata’

¡El mejor dulce de Portugal!

Estamos de turismo en Lisboa y tenemos que buscar un lugar para desayunar. ¿A dónde ir? La verdad es que cualquier pastelería o panadería de la ciudad puede saciar nuestras ganas de tomar una pasta y un café, el almuerzo más básico y dulce que podemos encontrar. Pero en Lisboa conformarse con una simple pasta no debería estar permitido, sobre todo si ese día se va a visitar uno de los barrios más turísticos de la capital lusa.

Allí podremos encontrar el emblemático Mosteiro dos Jerónimos, el monumento a los Descubrimientos o la famosa Torre de Belém: sin duda, el distrito de Belém nos debe ocupar como mínimo una mañana de turismo en nuestro viaje a Lisboa. ¿Qué mejor que desayunar en uno de los establecimientos más tradicionales de Lisboa donde sirven el que, para muchos, es el dulce más delicioso de todo Portugal?

Estamos hablando de la pastelería Casa Pastéis de Belém y, obviamente, de los riquísimos pasteles de Belém (pastéis de Belém en portugués), una especialidad también llamada ‘pastéis de nata’ elaborados con crema y otros ingredientes que, a decir verdad, no se conocen con exactitud al tratarse de una receta de la que únicamente es propietaria muy poca gente.

pasteis1 460x335 La Casa Pastéis de Belém y los famosos pastéis de nata

Aunque ahora es posible comerlos en todo Portugal, los originales y más buenos son los de Casa Pastéis de Belém, un establecimiento situado a pocos metros del Monasterio de los Jerónimos, donde ya antes del siglo XVIII eran elaborados por las monjas del convento. Tras cerrar el monasterio, su panadero vendió la receta a un empresario de origen brasileño, quien comenzó a comercializar, en un local primero y a partir de 1837 en Casa Pastéis de Belém, el delicioso dulce.

Desde entonces, la Casa Pastéis de Belém no ha dejado de vender pastelitos de crema ni un solo día (a diario se venden alrededor de 10.000). De 8 centímetros de diámetro, están formados por una tortita de crujiente hojaldre y una crema elaborada con yema de huevo, azúcar y leche. Aunque repito: sólo 3 o 4 personas conocen la receta completa, y de hecho, la pasta y la crema se crean a puerta cerrada en la llamada “oficina del secreto”. Para los más golosos, cabe destacar que en la pastelería (organizada en diferentes salas donde pueden desayunar muchas personas) se sirven los pasteles de Belém acompañados de azúcar y canela en polvo espolvoreados. Una delicia…

Fotografía de Wikipedia

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