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Las grandes islas del Mediterráneo: Chipre, la tierra de los dioses

¿Cómo es la isla en la que nació Afrodita?

En Chipre, Oriente y Occidente van de la mano. Es la más oriental de las grandes islas del Mediterráneo (aunque, realmente, se encuentra dentro del Mar Egeo), situada en la confluencia del mundo helénico y turco, y transmite una deliciosa mezcla de sensaciones que toma cuerpo en sus monumentos, griegos, romanos y otomanos, y en sus pueblos que han absorbido parte de la esencia de estas culturas para hacerla suya en una amalgama única.

Chipre Templo de Apolo 460x345 Las grandes islas del Mediterráneo: Chipre, la tierra de los dioses

Y es que en Chipre encontramos una auténtica profusión de monumentos, por lo que no es de extrañar que la mayoría de las rutas de la isla sean de tipo cultural. Los numerosos templos grecorromanos (especialmente dedicados a Afrodita, que en tiempos antiguos era la diosa protectora de la isla y se dice que nació en ella) conviven con los anfiteatros romanos y exquisitas mezquitas como la de Hala Sultan Tekke, considerada una de las más hermosas de Europa. Varios de estos lugares están incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad, por lo que el sello de calidad está asegurado.

Si te apasiona la mitología, disfrutarás con las múltiples historias que se cuentan sobre Afrodita. Y no dejarás de rendir culto a otra divinidad, Dioniso, pues el vino de Chipre es famoso ya desde la Antigüedad. Pero si prefieres la playa a la arqueología, la arena dorada y el mar de Chipre te harán sentir que el Olimpo tal vez no sea mucho mejor que esta isla, y el néctar y la ambrosía no muy distintos del vino local.

La isla se puede recorrer en coche (es la mejor manera), pero hay que tener en cuenta que una parte del norte forma parte de Turquía, por lo que la moneda es distinta y también el idioma (el resto de la isla es un estado soberano, siendo la única de las grandes islas mediterráneas que constituye un país). Algo que no te puedes perder si vas en coche son las montañas del área de Troodos, donde la esencia de la cultura chipriota se puede sentir en su máxima intensidad.

En el umbral entre Europa y Asia, Chipre conserva lo mejor de las culturas que la han influenciado, una deslumbrante belleza y el escenario ideal para olvidarse de los problemas y relajarse. Desde luego, la isla parece bendecida por su antigua protectora Afrodita y por Dionisio, el dios de los placeres, que se hubieran conjurado para crear un paraíso en medio del mar.

Fotografía (Ruinas del Templo de Apolo en Limassol) de Marcobadotti2 en la Wikipedia.

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