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La Gran Mezquita de Djenné, impresionante construcción en adobe

¿Puede haber un edificio en el mundo más insólito?

Hasta en el rincón más recóndito del planeta uno puede encontrar construcciones fascinantes como la que hoy presentamos. No fue proyectada por ningún arquitecto famoso pero constituye uno de los edificios más impresionantes del continente africano, por no decir del mundo entero. Pero antes de empezar a hablar de la obra en cuestión, debemos detenernos en su emplazamiento, uno de los enclaves más insólitos del África subsahariana.

Se trata de la ciudad de Djenné (también llamada Jenne o Yenné), una histórica localidad que se emplaza sobre el delta interior del Níger, en el centro de Mali, un país que durante el siglo XIX fue controlado por la colonizadora Francia hasta el punto de que llegaría a formar parte del Sudán francés.

Los numerosos yacimientos arqueológicos de los alrededores y su particular arquitectura hacen de Djenné uno de los principales puntos de interés en Mali. No obstante, cabe señalar que el país se encuentra actualmente inmerso en un periodo de relativa inestabilidad política y social (sobre todo, después del golpe de estado militar acontecido en marzo de este mismo año), así que visitar Mali es, ahora mismo, algo arriesgado.

La mezquita de Djenné

La arquitectura de Djenné se caracteriza por el uso de ladrillos de adobe. El centro histórico fue declarado en 1988 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en parte la Gran Mezquita de Djenné tiene la culpa. Y es que se trata del mayor edificio sagrado del mundo creado en barro, considerándose un emblema de la arquitectura sudanesa-saheliana.

Djenné 460x306 La Gran Mezquita de Djenné, impresionante construcción en adobe

Su superficie se extiende por más de 5600 metros cuadrados y aunque su origen se remonta a muchos siglos atrás, la actual construcción data de 1909. No obstante, la primera mezquita data de 1180 (aunque no sería acabada hasta 1330), derruyéndose en el siglo XIX por las continuadas lluvias que castigaron al país. Quedando únicamente en pie la zona en que se emplazaban las tumbas de los líderes locales, en 1896 volvió a erigirse una nueva mezquita. Pero, de nuevo, fue demolida para ya sí, por última vez, construir la Gran Mezquita de Djenné actual.

Las paredes de la Gran Mezquita de Djenné están formadas de ladrillos de barro cocidos al sol (un material que es conocido como Ferey) y recubiertos otra vez de un barro que otorga ese aspecto suave al edificio. Sin duda, una de las estampas más insólitas y hermosas de África…

Fotografía de Wikipedia

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