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El fuerte de Bahla, la fortaleza renacida

Un monumento recuperado de las ruinas

Nunca es tarde si la dicha es buena, dicen. Un monumento, por muy decadente que parezca, siempre puede salvarse si se pone suficiente dinero y empeño en ello. Un ejemplo es el fuerte de Bahla, en Oman: incluido en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro en 1988, los trabajos de restauración llevados a cabo durante la década de los 90 permitieron repararlo y ahora vuelve a lucir, imponente, en el oasis omaní de Bahla.

El fuerte de Bahla, la fortaleza renacida

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Qal’at Bahla (Qal’at significa “fuerte” en árabe) es una de las cuatro fortificaciones medievales situadas al pie de las montañas de Jebel Akhdar. Su construcción se remonta entre los siglos XII y XII y se debe a la tribu de los Banu Nebhan, que dominaron esta parte del desierto desde el siglo XII hasta el XV. Junto con los fuertes de Izki, Nizwa y Rustaq, servían a la vez de refugio y de punto de acceso a las tierras de la tribu, que se resistía a ser asimilada por el califato de Bagdad. Bahla, concretamente, fue la capital de su territorio y su fuerte, el más imponente de todos.

En el momento de su construcción, el fuerte era asombrosamente grande para la época y los materiales empleados (barro no cocido). Las murallas rodeaban toda la ciudad y el propio oasis con su palmeral y el manantial, fuente de la vida de la comunidad. Entre los edificios más destacables se encontraba la Mezquitade los Viernes, que se derrumbó a principios de la década de 1980; la ciudadela y un recinto de audiencias. El fuerte de Bahla fue considerado como uno de los ejemplos más importantes y únicos del urbanismo islámico medieval, hecho que motivó su inscripción en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en 1987.

Por desgracia, en el momento de su inscripción, el fuerte hacía siglos que se encontraba abandonado y en ruinas: pocas estructuras se mantenían aún en pie y sus muros se desmoronaban con cada estación de lluvias. Para rescatar esa construcción histórica, entre 1993 y 1999 el gobierno omaní invirtió alrededor de 9 millones de dólares en su restauración; en el año 2005 se consideró finalizado, aunque posiblemente nunca recuperará todo su antiguo esplendor. Una muestra de que hay que conservar los tesoros mientras aún se puede, antes de que sea demasiado tarde y su precioso legado se pierda para siempre.

Fotografía Wikipedia

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