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El único museo de parásitos del mundo

Estamos rodeados de gérmenes y parásitos, pequeñas partículas que no vemos pero… ahí están. Hace ya muchos vi en un programa de televisión que unos seres minúsculos se posaban en las pestañas. Aumentando mucho la imagen se podía ver a la perfección: bichillos desagradables tan cerca de nuestros ojos, si poder hacer nada por eliminarlos.

Queramos o no, son aspectos de la vida que despiertan mucha curiosidad y, por tanto, ¿qué mejor que hacer un museo para informar a las personas? Bajo el nombre de Meguro Parasitological Museum o, lo que es lo mismo, Museo de los Parásitos, se encuentra en Tokio el único museo dedicado a este, cuanto menos, extraño motivo.

museo 460x258 El único museo de parásitos del mundo

Este museo es un centro de investigación que fue puesto en marcha en 1953 gracias a la aportación económica del doctor en ciencias médicas Satoru Kamegai. Gracias a aportaciones voluntarias y a la asistencia que ha ido consiguiendo se ha ido manteniendo y cosechando éxitos. Y es que para entrar a este museo no hace falta pagar entrada, es totalmente gratuito.

El museo recoge gran variedad de parásitos que en algún momento u otro han vivido dentro de un ser vivo, humano o animal. Una de las piezas estrella es un gusano de casi 9 metros de longitud que habitaba en los intestinos de un ciudadano de Yokohoma. Según parece, en 1986 se infectó tras comer sushi. Tres meses después de haber comido aquello comenzaron a aparecer en sus heces grandes porciones del gusano (mejor no te hagas la imagen mental). Después de ser atendido por los médicos consiguió expulsarlo completamente… y aquí acabó.

Si quieres aportar tu granito de arena puedes optar por adquirir algo en la tienda del museo. Una camiseta siempre es el recuerdo perfecto para pregonar que has estado en aquel lugar. Sin embargo, en el Museo de los Parásitos también puedes comprar artículos más exclusivos, como pendientes o llaveros con parásitos de verdad.

No es la primera vez que nos sorprenden desde el país nipón, pero por muy acostumbrados que estemos este museo no deja indiferente a nadie. En tus manos está si decides pasarte o no. Al fin y al cabo, esos parásitos ya no pueden hacerte daño.

Fotografía de Dushan and Miae en Flickr

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