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El museo del sexo de Ámsterdam

¿Qué se te viene a la cabeza al pensar en Ámsterdam?

No nos engañemos. Cuando pensamos en Ámsterdam solemos pensar en tres cosas, normalmente por este orden: fumar, prostitutas en el barrio rojo, y canales, muchos canales. De momento voy a centrarme en el segundo aspecto.

Ámsterdam es una ciudad relacionada con sexo. Los escaparates del barrio vestido de rojo llaman la atención de miles de turistas todos los años, un barrio liberal en el que la prostitución es la protagonista. Pero también hay que decir que no sólo se limita a eso, ya que es donde encontramos el museo del sexo, una opción un tanto más cultural aunque no deje de estar relacionado con el mismo tema.

rojo 460x307 El museo del sexo de Ámsterdam

El Templo de Venus, tal y como se llama este museo del sexo, es uno de los más antiguos del mundo dedicados a este tema. La entrada está permitida a mayores de 16 años y no deja de ser un lugar curioso aunque quizás un poco decepcionante. Dada su ubicación y su entorno, el visitante suele esperar algo más. Además, es un museo independiente y en caso de haber comprado algún tipo de bono para todos los museos de la ciudad no te servirá en este caso. Aun así la entrada no llega a los 5 euros.

En el Templo de Venus encontramos la parte típica de todos los museos: historia del sexo, uno de los placeres más antiguos del mundo. Además, galerías de fotos, detalles curiosos y morbosos para los más interesados, juguetes sexuales, obras de arte y un sinfín de elementos relacionados con el tema.

Las salas del museo tienen diferentes nombres: Mata Hari, el Marqués de Sade, Rodolfo Valentino,  marquesa de Pompadour, entre otros. Personajes que por un motivo u otro han estado relacionados con el mundo del sexo. Además, en las salas se escuchan sonidos por los altavoces. Por ejemplo, podemos escuchar el ruido de una máquina de vapor tapando los gritos de placer de una mujer. Sin duda, muy buena ambientación.

El Templo de Venus es un lugar fuera de lo común, y aunque sólo sea por las fotos curiosas que puedes hacer estando allí merece la pena visitarlo. Un museo diferente, y es que no en todas las ciudades encontramos un museo del sexo.

Fotografía de María Neupavert en Flickr

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