Stories

El Muro de las Lamentaciones

Su nombre tal vez da que pensar en algo triste, evoca una situación amarga y dolorosa. Sin embargo, es tan sólo un cúmulo de piedras, un lugar sagrado y con mucha importancia para el judaísmo. Hablamos del Muro de las Lamentaciones o de los Lamentos, llamado en hebreo Hakótel Hama´araví o Muro Occidental. Se encuentra en Jerusalén, y es uno de los lugares más visitados del mundo actualmente.

El Muro de las Lamentaciones es un muro de piedras que hace miles de años atrás formaba parte de los muros de contención del Segundo Templo. Esta pared es lo único que quedó del edificio más sagrado para la religión judía: el Templo de Jerusalén. Los restos se remontan a la época de Herodes el Grande, quien mandó construir grandes muros de contención alrededor del Monte Moriá, en el año 37 a.C. ampliando la pequeña explanada sobre la cual fueron edificados el Primer y el Segundo Templo de Jerusalén, formando lo que hoy se conoce como la Explanada de las Mezquitas (por la tradición musulmana) o Explanada del Templo (por la tradición judeocristiana).

muro lamento 460x306 El Muro de las Lamentaciones

Cuenta la leyenda que sobre el Monte Moriá, el patriarca Abraham intentó sacrificar a su hijo Ytzjak y fue también aquí donde Yaacov soñó con la escalera que subía al cielo. Fue en ese lugar donde en el siglo X aC se construyó el Primer Templo o Templo de Salomón, que fue derribado por los babilonios en el año 586 aC. Más de 100 años después lo volvieron a construir, pero de nuevo fue destruido, esta vez por los romanos en el año 70. Tan sólo el muro que podemos contemplar hoy fue lo que quedó en pie. ¿Por qué quedó un muro? ¿Por qué no lo destruyeron por completo? El general Tito prohibió derribar la pared para que el pueblo judío recordara y lamentara cómo Roma venció a Judea. De ahí que se llame Muro de las Lamentaciones.

La versión judía cambia la historia. Ellos creen que el muro es una promesa hecha por Dios, quien envió a varios ángeles para que protegieran el muro y por eso consiguió quedar en pie. Es un símbolo de su alianza perpetua con los judíos, nunca será destruido, y es considerado como el lugar más sagrado para ellos. Es por ello además que todos los rezos de los creyentes en esta religión deben orientarse al Muro de las Lamentaciones.

Pero no sólo consiste en visitar un muro, también se puede introducir un plegaria en alguna de sus rendijas. No hace falta ser judío para ello, y se dice que el mensaje llegará directamente a Dios. Así que ya lo sabes, si vas a visitar el Muro de las Lamentaciones no te olvides de llevar lápiz y papel contigo y plegar bien tu mensaje para que no se pierda por el camino.

Fotografía de agnóstico fotográfico en Flickr

Si quieres puedes seguir a ReservasdeCoches.com Google+ o a Frenchy, uno de los administradores de este blog de viajes y destinos.

Deja tu comentario