Stories

Dublín y la Guinness

Dublín y la cerveza, la cerveza y Dublín. Esta bebida va tan ligada a la capital de Irlanda que ir allí y no tomar por lo menos una pinta es poco menos que un sacrilegio. Pues esta ciudad es el hogar de una de las cervezas más populares del mundo: la famosa Guinness, reconocible sobre todo por su color negro.

Guinness 344x460 Dublín y la Guinness

La Guinness es una cerveza hecha a partir de cebada tostada sin fermentar, lo cual le da su característico color y también un sabor distinto al de las cervezas convencionales, menos amargo. Sus 250 años de historia la han convertido en toda una institución en Irlanda y, si visitas la capital del país, no puedes dejar de visitar la Guinness Storehouse, un museo situado en la histórica fábrica de esta marca, la St. James’s Gate Brewery.

En el museo Guinness se puede ver todo el proceso de elaboración de la cerveza, desde el cultivo de la cebada hasta su embotellamiento. El olor a cebada tostada reina en el ambiente, y no es para menos pues en cada fase del proceso se puede ver el estado del producto (con una enorme piscina de cereal en la planta baja, cascadas de lo que será cerveza… será, suerte que aún no lo es porque apuesto a que más de uno no podría resistirse a la tentación).

El museo Guinness consta de siete plantas, en las que aparte de la elaboración de la cerveza puede verse la historia de la marca, de la familia y consejos sobre consumo responsable (que está muy bien, pero ponerlos después de la piscina de cebada y las cascadas del primer piso…). Y al llegar al séptimo piso, premio: el bar con vistas panorámicas a Dublín donde puedes relajarte y descansar de la visita saboreando una pinta, de Guinness, por supuesto. ¿Ah, por qué será que todos los museos de bebidas terminan en un bar? Yo creo que los hacen largos aposta por este motivo.

Si quieres puedes seguir a ReservasdeCoches.com Google+ o a Frenchy, uno de los administradores de este blog de viajes y destinos.
Comments To This Entry.
  1. Merce 28 diciembre 2010 Reply

    Mmmmmm, ¡la Guinness! ¡Que delicia!

Deja tu comentario