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Dining, in America

Una de las gracias de viajar a los Estados Unidos es experimentar por ti mismo muchas de las cosas que seguramente habrás visto hasta la saciedad en las películas. Una de ellas son los típicos restaurantes de paso decorados de una forma original u hortera, según gustos. Estos restaurantes, que suelen encontrarse especialmente en la costa noreste, se llaman diners.

Los diners son pequeños restaurantes que destacan principalmente por dos cosas: su bajo precio, que los convierte en una alternativa –algo– más sana que los fast food (y digo algo porque su menú suele estar compuesto en un 75% por frituras y sándwiches) y su decoración “temática” que puede ir desde lo más típico hasta lo más bizarro, con ambientación de coches u otras cosas más psicodélicas y difíciles de describir. Estos factores los convierten en un tipo de establecimiento muy popular, especialmente para quienes no disponen de mucho tiempo para comer y quieren un bocado rápido y económico.

Otra característica de los diners es su arquitectura, si es que se la puede llamar así: son en su mayoría módulos prefabricados y no están construidos con ninguno de los materiales típicos como ladrillos o madera, sino con acero inoxidable (el cual, por otra parte, ofrece la ventaja de su resistencia a la intemperie, ya que muchos diners se encuentran en las carreteras). Pero también en las ciudades tienen éxito, aunque en el casco urbano su arquitectura suele ser más típica pasar más desapercibida.

Comer en un diner es una experiencia típicamente americana y que se convierte en una buena opción para comer rápido y barato… aunque si no te gustan las frituras ni la carne puede que no sea santo de tu devoción.