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Descubre Amberes en primavera

Amberes, la segunda ciudad más grande de Bélgica, es una muestra de Art Nouveau a pie de calle. Su espectacular casco antiguo, con tintes medievales, merece un paseo relajado pues, además, una de las ventajas de la ciudad es que se puede recorrer caminando sin necesidad de depender a toda hora de los a veces agobiantes transportes públicos. Conocedora de su especial atractivo, Amberes cuenta con una variada oferta turística entre los que se pueden incluir algunos de los restaurantes y hoteles más personales de Bélgica, aunque dicho sea de paso, la belleza de ésta  puede hallarse por cada rincón del país.

Aunque la ciudad puede ser visitada durante todo el año, es ahora en el inicio de la primavera cuando es más recomendable viajar hasta Amberes.  De noviembre a marzo los días suelen ser fríos y grises. Por el contrario, es durante junio y julio cuando más precipitaciones se registran en la región, siendo abril uno de los mejores meses tanto por escasez de lluvia –al menos no tanto como en verano- y por falta de frío y nevadas, más presentes lógicamente en invierno. Los vuelos hacia Amberes son, sobre todo, dirigidos a Bruselas. Y es que alguna que otra compañía de low cost ofrece vuelos para todos los bolsillos con destino a la capital belga, desde la cual se puede coger un bus y llegar en menos de 30 minutos a Amberes.

Principales atractivos de Amberes

La catedral de Amberes es uno de edificios más característicos de la ciudad. De hecho, se trata de la construcción principal del casco antiguo y es la más alta del país en cuanto a catedrales góticas se refiere. Dentro de ella se puede encontrar, además, el cuadro de Rubens (Descendimiento de la cruz). La ubicación de esta obra no es casual, pues el pintor vivió en Amberes y justamente su casa fue reconvertida en museo al que se puede acceder por únicamente 6 euros. Si por el contrario no eres amante de la pintura, podrás visitar otro museo, el del Diamante, donde podrás ver demostraciones de cómo se cortan los diamantes y aprender los orígenes de esta industria.

Disfruta de la buena comida

Aunque en la gastronomía de Bélgica tienen fama las riquísimas patatas fritas, en Amberes no deberás conformarte con el tubérculo cocinado. Para los que no quieran gastarse mucho dinero existen restaurantes como el Pelgrom, ubicado en un sótano medieval donde el menú estrella siempre va acompañado de una buena cerveza. Si eres amante de la comida sana, podrás acercarte a la tienda Lombardia, situada en el barrio latino. Para los sibaritas, en cambio, existe el restaurante con estrella Michelin Gin Fish, donde el mejor menú de mariscos cuesta unos 65 euros, sin duda un precio razonable según afirman las buenas críticas  que recibe a diario el restaurante.

Fotografía 1 de Wikipedia
Fotografía 2 de Wikipedia