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Colectivos de riesgo en la conducción

¡Todos hemos sido niños!

Precaución, amigo conductor: la senda es peligrosa. ¡Pero ojo! No sólo la senda, o la carretera en este caso, es peligrosa. Hay colectivos, grupos de riesgo en el tráfico, personas, que hacen que la conducción al encontrarte con ellos sea más peligrosa. Los niños y las personas mayores, cuando ejercen de peatones, pueden suponer un ‘peligro’ para el conductor, por lo que aquí van una serie de ítems para que estés preparado y sepas a qué atenerte.

carreera 460x346 Colectivos de riesgo en la conducción

La vía y el entorno no están pensando para los más pequeños de la casa, por lo que los niños están en constante peligros cuando caminan por la calle. Cuando un niño cruza entre dos coches estacionados su campo visual es un 40% menor que el de un alumno. Por tanto, pensemos que si en ocasiones a un adulto ya que le cuesta distinguir si viene un coche o no en situaciones de mala visibilidad, a un niño ya ni hablemos. Esto es debido a su estatura, que por regla general es menor, y a sus problemas de visión periférica que les obliga a girar más la cabeza para ver correctamente.

Pero no olvidemos que los niños son precisamente eso, niños. ¿Cuántas veces, jugando con ellos, se han tapado los ojos y han pensando que, al no vernos, nosotros tampoco les vemos? Esto es debido a que suele confundir el ver con el ser visto, por lo que cuando ven un coche creen que éste también les ha visto a ellos. Además, no siempre son capaces de saber de dónde proviene el ruido, por no mencionar que desconocen la normativa de tráfico.

Por otro lado, nos encontramos con la cara opuesta de la moneda: los mayores. Un conductor debe ir con especial cuidado cuando se encuentra con un anciano por motivos tan básicos como su menor agilidad o velocidad. Uno de los principales problemas con lo que se encuentra un anciano como peatón es el exceso de ruido en el ambiente, que puede provocar que se abrumen o que no sepan distinguir de donde viene el ruido que avisa del acercamiento de un vehículo. Además, la disposición del terreno no siempre es la mejor, ya que en ocasiones los bordillos pueden ser demasiado altos o las calzadas demasiado anchas, por lo que permanecen más tiempo del recomendado en la calzada.

Con todo, tienes que intentar amoldarte a cada situación e intentar extremar la precaución cuando te encuentres con ellos. Ahora que sabes algunos de sus principales problemas lo tienes un poco más fácil.

Fotografía de HaShe en Flickr

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