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Chimeneas de hadas en el parque nacional del Cañón Bryce
Bien es sabido que en Reservasdecoches.com somos muy aficionados a los lugares que recrean paisajes que parecen sacados de otro mundo. Ya hemos hablado de unos cuantos y lejos de acabarse, todavía nos quedan muchos de sorprendentes que seguiremos presentando en próximos artículos. Hoy, nos detenemos en un solitario enclave configurado como parque nacional en el estado norteamericano de Utah, un espectacular mosaico de formas geológicas que sorprende por su extraña y singular belleza.
El parque nacional del Cañón Bryce es, a priori, un paraje desolado, inhóspito…alejado de todo atisbo de núcleo de población cercano y con pocos atractivos que ver en un día de excursión a la montaña. Pero no, el Cañón Bryce es, por sí sólo, un espectáculo artístico sin parangón en el que no intervienen más actores que unas estructuras geológicas singulares y, como hilo argumental, una erosión que se mantiene como la principal causa de todo lo que hoy en día podemos encontrar en el parque.
El parque nacional del Cañón Bryce está localizado al sur del estado de Utah, a unos 80 kilómetros al noreste del Parque Nacional Zion. La ciudad de Kanab (conocida como el pequeño Hollywood por haberse rodado aquí algunas películas del oeste) es uno de los mejores puntos de acceso al parque, y de hecho, está situada aproximadamente en el centro de los tres grandes parques nacionales de la región: el ya mencionado Parque Nacional Zion y el famoso Parque Nacional del Gran Cañón (además del Cañón Bryce).
Chimeneas de hadas
De 145 kilómetros cuadrados de terreno que ocupa el parque, destacan las rocas que forman los tan famosos anfiteatros naturales que popularizan al cañón Bryce. Entre los varios anfiteatros que encontramos, emerge el central, Bryce, que mide casi 20 kilómetros de largo y 5 de ancho. La erosión del viento, el hielo y el agua ha formado pináculos de colores conocidos como Hoodoos (que pueden llegar a medir los 60 metros de altura), o lo que es lo mismo, enormes concentraciones de chimeneas de hadas que podían ser unas de las más numerosas del planeta.
Ocres, naranjas, rojos y blancos son los colores de las rocas que, aunados en un juego de formas insólito, hacen de este lugar uno de los espacios más bellos de Estados Unidos. Pero también encontramos bosques y extensos prados en el parque nacional del Cañón Bryce, donde habitan numerosas especies animales (zorros, pumas, osos negros, ciervos o aves), que en invierno se cubren de nieve para dar lugar a unos 16 kilómetros de pistas de esquí. Dicen, además, que el aire de esta área es tan limpio y puro que, al caer la noche, es uno de los mejores lugares de la Tierra para la contemplación de estrellas.
