Stories

Big Ben, sincronizando relojes

El símbolo de Londres. Centenares de personas sincronizan sus relojes con él. El lugar donde Peter Pan y Wendy pararon antes de emprender el viaje a Nunca Jamás. El más inmortalizado en postales, el mil veces llevado a casa en forma de imán para la nevera. El Big Ben, aquello que todos buscan cuando pisan la ciudad.

Solemos relacionar Big Ben con el gran reloj, pero realmente ese nombre corresponde a  la gran campana de Westminster. Sin embargo, todos llamamos de esa forma a la torre del reloj de Londres.

Una torre de casi 100 metros de altura que capta las miradas de todos aquellos que pasen por su lado. Marca la hora a los londinenses en su emplazamiento actual desde 1858 junto con 4 campanas más que son las encargadas de los cuartos. La manecilla que marca las horas mide casi 3 metros de largo, mientras que la que marca los minutos mide supera los 4. Sin duda, un reloj que impresiona tanto por su magnitud como por su significado.

El Big Ben te hace caer en la cuenta de que realmente estás en Londres. Se levanta ante ti majestuoso, señorial, como si de una verdadera maravilla se tratase. Su magia te atrae, te atrapa, y te obliga a fotografiarlo decenas de veces a la vez que intentas retenerlo en la memoria para siempre.

No te pierdas ningún detalle, no dejes de mirarlo, y es según le de la luz del sol los adornos de su esfera brillarán con mayor o menor intensidad. Un reloj en constante cambio, un reloj con encanto. Además, la iluminación nocturna le otorga un aura mística, única, que acaba de enamorarte del todo si todavía no lo estabas.

No puedes decir que has visitado Londres hasta que no has visto el Big Ben. El monumento más emblemático, el que eclipsa a todos los demás, el favorito de muchos y el que está en mente de todos.

Fotografía de Diliff en Wikipedia