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Amalfi, un pequeño tesoro en el sur de Italia

La historia de Amalfi, municipio del sur de Italia, es un camino en el que ha perdido algunas cosas para ganar otras. En la Edad Media fue una de las cuatro grandes repúblicas marítimas del Mediterráneo, a la altura de Venecia, Génova y Pisa; y perdido su poder comercial, se forjó una nueva prosperidad como destino vacacional.

Amalfi Piazza del Duomo 460x345 Amalfi, un pequeño tesoro en el sur de Italia

Hoy en día, paseando por Amalfi, nadie diría que fue en otros tiempos una de las más importantes ciudades del Mediterráneo. Es bella, ciertamente, pero su belleza no es tan ostentosa como la de sus antiguas rivales; da más la sensación de ser una de tantas localidades de Italia, más bien tranquila. Cierto es, sin embargo, que un tsunami en 1343 destruyó gran parte de la antigua ciudad y ese golpe relegó a Amalfi a una importancia secundaria en los siglos siguientes.

A pesar de todo ello, Amalfi tiene aún un rico patrimonio arquitectónico, digno de conocerse. Su esplendor se produjo en el siglo XI, poco antes de su declive frente a Pisa. De esta época data la joya de la ciudad, la Catedral de San Andrés, con su exquisito campanille (campanario); así como otros muchos edificios. El excelente estado de conservación se debe a que muchas de las antiguas casas han sido reconvertidas en hoteles y pequeños comercios, cuyos propietarios se han encargado de conservarlos.

El estilo de construcción predominante mezcla influencias bizantinas, árabes y normandas; diferenciándose del norte de Italia, de tradición más románica y gótica, y dando a Amalfi un toque característico. Un paseo por esta ciudad recuerda un poco, a quienes la hayan visitado, la costa de Dalmacia. De vez en cuando encontramos recordatorios de su antiguo poder como, por ejemplo, el antiguo arsenal.

Aparte de su arquitectura, Amalfi es también conocida por su tradición artesanal en dos productos concretos: el papel, del cual fue uno de los principales centros de producción (no os perdáis la visita al Museo Della Carta, ubicado en un antiguo molino de papel); y un licor típico del sur de Italia, el limoncello, una mezcla de cítricos (principalmente limón, que le da su nombre).

Amalfi es un amable municipio donde la historia aguarda a cada esquina y en cada fachada. Tal vez su nombre no haya resonado con los ecos de la historia como el de sus antiguas adversarias, pero no por ello es menos digna de reconocimiento.

Fotografía de Sudodana2048 en la Wikipedia.

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