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Alepo, la joya de las ciudades de Siria

Una antigua ciudad en el nudo de las rutas comerciales

Hace mucho tiempo, en el antiguo Oriente, florecieron varias ciudades cuyo nombre quedaría para siempre asociado a las rutas comerciales, en especial a una de las más importantes de la historia, la Ruta de la Seda. Una de las más prósperas fue la ciudad siria de Alepo, en la encrucijada entre los tres continentes conocidos del mundo: África, Europa y Asia.

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Alepo es una de las ciudades más antiguas que se conocen y que hayan sobrevivido hasta nuestros días: más de 5.000 años de historia tiene esta mítica ciudad. La clave de su longeva y próspera trayectoria se debe a su posición estratégica y, de hecho, se mantuvo como una de las ciudades más importantes de Oriente Medio hasta la inauguración del Canal de Suez en el último tercio del siglo XIX; desde entonces, el tráfico por mar fue sustituyendo progresivamente las rutas terrestres hacia Asia. Sin embargo, los milenios de prosperidad aún pueden leerse en esta ciudad.

La ciudad vieja de Alepo se encuentra en el corazón de la actual población, la urbe más grande de Siria. Con sus monumentos históricos de varias épocas, grandes mansiones, estrechas calles y especialmente sus característicos caravasares (grandes posadas que frecuentaban los caravaneros, con patios para los camellos), la ciudad vieja de Alepo fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986.

El monumento más característico de Alepo es su enorme ciudadela, una de las construcciones fortificadas más grandes y más antiguas del mundo, cuyos orígenes se remontan al tercer milenio antes de Cristo. Teniendo en cuenta estos datos, puede resultar aún más sorprendente su magnífico estado de conservación, que se debe a su uso como cuartel hasta mediados del siglo XX. Hoy en día, además de ser una popular atracción turística, se usa para eventos y conciertos.

La ciudad vieja se encuentra rodeada por una muralla de 5 Km. con nueve puertas, la mayoría de las cuales se conservan muy bien. En el corazón de Alepo se encuentran edificios con siglos y milenios de antigüedad, en una especie de túnel del tiempo donde las épocas se entremezclan. En especial, Alepo destaca por su gran número de edificios religiosos, muchos de ellos auténticas obras de arte: aunque predominan las mezquitas debido a los siglos de influencia islámica, también se encuentran iglesias y sinagogas.

Alepo es una auténtica obra de arte aún en movimiento, un monumento en sí mismo que, lejos de quedar para el recuerdo, late aún con la vida diaria.

Fotografía de Anjci en la Wikipedia.

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