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Aeropuertos blancos

Aunque aún quedan unos pocos días de fiesta para algunos, las Navidades empiezan a llegar a su fin. Ya comienzan a quedar atrás las comidas y cenas familiares y mucha gente, después de haber viajado a sus ciudades o pueblos de origen para estar con sus seres queridos, vuelven a la rutina y viajan de regreso al lugar de residencia. Algunos lo hacen con coche, otros, inevitablemente, tienen que dirigirse hasta el aeropuerto donde cogerán un avión que, en muchos casos, los llevará a kilómetros de distancia de nuevo.

Está claro que los que viajen en coche lo tendrán mejor que los que lo hagan en avión. A pesar de los posibles atascos en las carreteras, ir en coche supone, en el 90% de los casos, llegar antes al destino –a menos que tengas que recorrer 1000 kilómetros por carretera y realices un viaje corto en avión-.

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Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York

Pero lo peor no es eso. En pleno invierno, las posibilidades de que tengas problemas para viajar con avión son bastante altas. De hecho, muchos aeropuertos se ven seriamente afectados con temporales de nieve y frío, perjudicando a la totalidad de los pasajeros que desean llegar cuanto antes al destino elegido.

Hace escasos 10 días media Europa estaba con el espacio aéreo cerrado. Temperaturas gélidas y un temporal de nieve que no cesaba provocaron no sólo retrasos en la mayoría de aerolíneas, sino también el cierre total de muchos aeropuertos. Así, se formaron grandes aglomeraciones de viajeros que, debido a la imposibilidad de volar, tuvieron que pasar la noche a la espera de noticias sobre su vuelo.

Londres, de las más perjudicadas

Una de las primeras ciudades en sufrir las consecuencias del tiempo invernal fue Londres. Sus dos aeropuertos principales, Heathrow y Gatwick registraron numerosas cancelaciones e importantes retrasos, llegando incluso éstos hasta el día de Nochebuena, donde los pasajeros tuvieron que empezar como pudieron sus vacaciones navideñas. Las temperaturas durante estos días llegaron a los 19 grados bajo cero, convirtiéndose en la temperatura invernal más baja del último siglo.

París y Bruselas también sufrieron cancelaciones en sus aeropuertos y esta semana ha sido la costa este de Estados Unidos la que ha tenido mayores problemas. Un frente frío provocó la suspensión de cerca de 1000 vuelos, sobre todo en los aeropuertos John F. Kennedy de Nueva York y Liberty de Newark.

Por último, casi en la otra parte del planeta, en Moscú, se paralizó esta semana el mayor aeropuerto de la ciudad rusa durante casi 15 horas a causa, otra vez, de una lluvia gélida que cubrió las pistas con espesas capas de hielo. Aunque de momento no se han anunciado grandes nevadas, el tiempo es imprevisible. En caso de que te ocurra algo parecido, tómatelo con calma y mira el lado positivo: ¡podrás alargar las vacaciones!

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