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El Tren del Fin del Mundo, una leyenda austral
¿Por qué recibe este nombre?
Su nombre no suena muy alentador pero, a su vez, le aporta un elemento épico que lo hace realmente espectacular. Y es que el conocido como Tren del Fin del Mundo es uno de los principales atractivos turísticos de la región de Tierra del Fuego, un archipiélago situado al sur de América Latina y dividido en dos partes, una perteneciente a Argentina y otra a Chile.
El Tren del Fin del Mundo es un transporte que conecta las proximidades de la ciudad de Ushuaia con el Parque Nacional Tierra del Fuego. Este tren, además de realizar un trayecto por los paisajes más maravillosos de la principal isla del archipiélago, encierra una historia del tren que lo precedió, haciéndolo, si cabe, algo más especial.
Parte del recorrido que realiza el Tren del Fin del Mundo era antiguamente un trozo del trayecto del conocido como tren de los presos. Y es que a finales del siglo XIX el gobierno instaló una colonia penal en la capital argentina, Ushuaia, una prisión que pronto requeriría de un ferrocarril para conectarla con Ushuaia.
De esta manera, en el antecesor del Tren del Fin del Mundo se transportaban materiales, principalmente leña, arena y rocas, empleados para la calefacción, la cocina y la construcción del que ya empezaba a ser un núcleo de población importante, Ushuaia. A medida que se hacía más necesario el transporte de la madera, el recorrido se hacía más extenso, llegando a introducirse por el bosque y hasta el valle del río Pipo, ya en terrenos más altos.
Pero el tren de los presos dejó de funcionar tras el cierre del centro penitenciario a finales de la década de los 40 del siglo pasado. De igual modo, el terremoto acaecido en Tierra del Fuego en 1949 destruyó parte de la vía, por lo que quedó finalmente clausurado, convirtiéndose en leyenda.
Fue la empresa Tranex Turismo S.A. la que decidió brindar a todo tipo de público la posibilidad de disfrutar de este recorrido histórico que transcurría por algunos de los rincones más bellos de la isla. Así, en 1994 se reconstruyó la línea y se adquirió una nueva locomotora creada en Inglaterra, que junto con otras cuatro procedentes de Argentina conformaron el actual Tren del Fin del Mundo.
De los 25 kilómetros que recorría el tren de los presos, 8 son compartidos con el Tren del Fin del Mundo. ¿Y por qué recibe este nombre, te preguntarás? Quizás porque, por su ubicación, se trata del tren más austral del mundo, es decir, el que funciona más al sur del planeta. ¿Impresionante, verdad?
Fotografía de la Wikipedia
