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Pueblos y monasterios en las rocas de Georgia

Un laborioso trabajo de construcción

Georgia, un pequeño país al sur del Caucaso, no figura entre los más conocidos destinos turísticos. Sin embargo, este país con un carácter tan propio alberga cosas dignas de ver, que en su sencillez no dejan de resultar asombrosas.

Vardzia 460x345 Pueblos y monasterios en las rocas de Georgia

En un territorio montañoso, sus habitantes supieron hacer de la roca viva sus hogares: pueblos y monasterios excavados o tallados en la roca. La construcción de edificios en la roca no es algo exclusivo de Georgia (por ejemplo, se da también en el área de Capadocia, en Turquía), pero sí que es en este país donde adquirió una importancia más prolongada, un uso más frecuente (con una cantidad de pueblos en la roca superior a todos los territorios vecinos), y sobre todo un uso muy específico: la vida monástica.

Uno de los sitios más notables de Georgia es el pueblo de Uplistsikhe, cuyo valor reside en que allí se encuentran estructuras que van desde la Edad del Hierro Antigua hasta el final dela Edad Media; eso es, casi tres milenios. En este asentamiento, uno de los más antiguos del país, conviven habitáculos en la roca con edificios medievales, construcciones paganas y cristianas.

Precisamente la construcción de edificios excavados en la roca está muy ligada a los primeros tiempos del cristianismo, cuando las tierras georgianas se convirtieron en un coágulo de ascetas que acudían a vivir una vida de retiro en sencillas cuevas excavadas en la montaña. De estos monasterios en la roca, uno de los más impresionantes es el de Vardzia, excavado en las laderas del monte Erusheti. Un total de 242 habitáculos entre celdas de los monjes, capillas, salas comunes, una farmacia, un horno, una fragua… todo lo necesario para la vida autosuficiente a la que aspiraban los ascetas.

Las iglesias y capillas, de confesión ortodoxa, presentan un estilo muy austero y característico de esta zona. Por desgracia, su estado de conservación es muy malo, ya que tras la ocupación otomana fueron abandonadas. Su candidatura a formar parte del Patrimonio de la Humanidad podría aportarles, por parte de la UNESCO, unos recursos que ciertamente necesitan.

Tal vez no serán los lugares más fascinantes estéticamente hablando, pero el hecho de que se construyeran en tal cantidad, y excavando en la roca, hacen de estas comunidades montañosas algo único y digno de conocer.

Fotografía de Lidia Ilona en la Wikipedia: monasterio de Vadzia.

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