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Pueblo viejo de Belchite
“Pueblo Viejo de Belchite, ya no te rondan zagales
Ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres”
Este poema todavía puede leerse en la puerta de una de las iglesias de Belchite. Este pueblo, situado a 49 kilómetros de Zaragoza capital, sufrió los efectos de la guerra civil en 1937. El bando nacional consiguió reducir al republicano, y el general Franco dio a escoger a los habitantes entre un canal para convertir las tierras de secano en regadío y la construcción de un pueblo nuevo, opción que fue elegida. Belchite viejo quedó como muestra de la barbarie y de la batalla que allí sucedió.
Sin embargo, después de la guerra la desolación de Belchite no era tanta. A pesar de que habían sufrido bombardeos y estaba realmente en un estado lamentable, los duros días de postguerra provocaron que las personas cogiesen aquello que podían aprovechar.
Hoy, transmite la sensación de un pueblo abandonado. Aunque en ruinas, se conservan todavía muchos monumentos en pie que te permiten imaginar cómo era antes de sufrir la desgracia. Sin duda, la construcción más impresionante de Belchite es la iglesia: a pesar de haber perdido su cúpula, todavía conserva su estructura y se pueden apreciar impactos de bala. Hasta aquí es donde la mayoría se aproximan para escuchar psicofonías, pero no hace falta ir buscando sonidos que no existen. El sitio habla por sí sólo si le prestas atención, las piedras te remontan hasta su propia historia si te mantienes en silencio.
La torre del reloj también se mantiene en pie, desafiando al paso del tiempo. Calles desérticas, casas destruidas. Un pueblo desolado, pero que sigue siendo uno de los más visitados de España.
Muchos son los que se han interesado por el pueblo viejo de Belchite. Su aspecto ha servido de inspiración y de escenario a diversos cineastas que han decidido grabar allí. Una de las más sonadas fue El Laberinto del Fauno, del director Guillermo del Toro, que utilizó las ruinas como imágenes de relleno.
Belchite, pueblo con perfil fantasmal. Ruinas que forman parte de la historia. Las huellas de la guerra. Un pueblo que te trasladará al pasado si decides darle una oportunidad.
Lamento contradecirte en un par de puntos. El primero es que Franco nunca prometió reconstruir el pueblo, lo que prometió fue… “Yo os juro que sobre estas ruinas de Belchite se edificará una ciudad hermosa y amplia como homenaje a su heroísmo sin par”, pero esa promesa se debió a la elección de sus habitantes de la construcción de un nuevo pueblo, ya que Franco dio a elegir entre traer agua de regadío o un nuevo pueblo.
La iglesia de Belchite a la que haces mención, no es tal la parroquia oficial del municipio, la iglesia oficial es la de San Martín y es la que no tiene ningún arco en pie en toda la bóveda central, debido a un incendio tras uno de los bombardeos. La que mencionas es el Convento-Iglesia de San Agustín, que tras la guerra pasó a ser la iglesia en la que se realizaban las omilías.
Por todo lo demás, un artículo interesante. Saludos.
Muchas gracias por tu aportación Ángel. He corregido lo que me ha parecido apropiado.
Gracias por pasarte por aquí! =D